Valencia

La falta de medios y personal propicia las agresiones en atención primaria

Educación para la salud es una de las propuestas que defienden los sanitarios para frenar el incremento de los insultos, amenazas y agresiones

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • Una sanitaria. -

La endémica falta de medios y de personal en atención primaria, que recibe un 14,2 por ciento del gasto sanitario -frente al 62,1 por ciento de atención hospitalaria- propicia que la vía de entrada al sistema sanitario acumule más de la mitad de las agresiones que se denuncian al personal sanitario.

Esta es una de las conclusiones a las que se ha llegado en el encuentro informativo organizado por la Agencia Efe y la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana (ADSCV) para abordar los retos futuros de la atención primaria, que se vio completamente colapsada durante la pandemia.

Educación para la salud es una de las propuestas que defienden los sanitarios para frenar el incremento de los insultos, amenazas y agresiones, especialmente en Atención Primaria, donde se producen más de la mitad de estos incidentes que llevan, en algunos casos, a la depresión e incluso al suicidio del profesional.

El presidente de la ADSCV, Carlos Fornes, ha explicado que el sistema ya estaba colapsado antes del covid, pero con la pandemia "ha explosionado" y "cuando tienes a 70 personas esperando en una consulta, que están nerviosas por la pandemia, que pueden haber perdido familiares, el trabajo o poder adquisitivo", se producen entonces situaciones indeseables como las amenazas o las agresiones a los médicos.

Según el Observatorio contra las Agresiones del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), las agresiones a la profesión médica se han disparado hasta un 39 % en 202, mientras que la Atención Primaria se mantiene a la cabeza de las estadísticas con el 51,1 % de los casos de las agresiones a las médicas.

Los insultos y amenazas representan el 87 % de los casos, mayoritariamente a mujeres, mientras que el 13 % fueron agresiones que acabaron en lesiones físicas y también las médicas fueron las principales destinatarias, en un 56 %, frente a sus compañeros de profesión, un 44 %.

"La gente se pone nerviosa y luego viene lo que viene, las amenazas, los insultos y, por qué no, las agresiones", afirma Fornes, que añade que cuando el paciente recibe lo que considera una deficiente atención denuncia se produce un incremento de reclamaciones contra los profesionales sanitarios.

Considera que deberían incrementarse las sanciones económicas por estas acciones, que en la actualidad es una multa de 150 a 200 euros, y también la pena, porque por estas amenazas o agresiones "nadie va a la cárcel".

Fornes señala que, según datos de la Policía Nacional, las agresiones a profesionales sanitarios aumentaron en un 15 por ciento en 2021, un repunte causado por la vuelta a la atención sanitaria de manera presencial y la vigilancia del cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias.

Por su parte, el presidente del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA), Juan José Tirado, ha insistido en que de los aplausos han pasado "a poner pintadas con 'sanitarios asesinos'" y ha resaltado que en un recurso tan "deficitario económicamente" como es la Atención Primaria, donde la asistencia es "más directa" que en un hospital, "la agresión se puede producir con mucha más normalidad".

Añade que el profesional sanitario está con "toda su buena intención" intentando solucionar un problema a las personas y "como no les digas muchas veces lo que quieren oír" o no les des algo que quieren porque "se lo ha dicho una vecina o lo han visto en internet" se produce la agresión, por lo que también reclama una clara apuesta por la "educación para la salud".

El presidente del Colegio de Médicos de Alicante, Hermann Schwarz, ha indicado que el paciente llega a la consulta "enfadado" y destaca los índices de depresión, de ideación suicida e incluso de suicidios en los facultativos, que además piensan en la jubilación anticipada "cuando hace tres o cuatro años esperábamos lo máximo posible".

"La tasa de suicido entre médicos duplica a la de la población general. Somos profesionales y tratamos de hacerlo lo mejor posible, pero cuando tienes 50 personas fuera y te van poniendo más y más, al final algo se puede quebrar en tu interior y, sobre todo, la atención no puedes hacerla en condiciones, a minuto por paciente", afirma.

Eso "te rompe los nervios y por mucho que intentes ser profesional te lo llevas al final a tu casa" afirma para añadir que la prevención es fundamental y, en este sentido, destaca la labor del medidor policial.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN