Vejer

Aviso a 'patineters'

El Ayuntamiento vejeriego vuelve a pedir un buen uso de este novedoso medio de transporte

Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Patinete eléctrico.

La semana empezaba animada en Vejer. En distintos puntos de la localidad aparecía un nuevo elemento que muy pronto se convertiría en el tema estrella de conversación de todo el pueblo. Y es que los patinetes eléctricos han revolucionado las calles vejeriegas. El que según el Ayuntamiento estaba llamado a convertirse en la solución a los problemas de tráfico y aparcamiento en el pueblo, pronto se convirtió en el juguete de moda entre los jóvenes del pueblo, dificultando aún más el tránsito por las calles en muchos casos ya colapsadas en plena temporada estival.

Todo vejeriego que se precie ha sido ya testigo de carreras descontroladas entre pandillas de jóvenes que no dudaban en ocupar toda la calzada, sin importar si se invadía el sentido contrario o del tránsito de los ‘patineters’ por cruces en los que no se respeta la más mínima norma de circulación, ni de sentido común, ante el sobresalto constante de los conductores y peatones que deben sortear como buenamente puede estos alocados vehículos. Muchos han trasladado sus vivencias personales en redes sociales como señal de alarma y muchas son también las imágenes de imprudencias que se han podido constatar en estas mismas fuentes.

Ya el martes se anunciaba en el Facebook municipal la necesidad de hacer un buen uso de los patinetes. La primera de las medidas: prohibido circular a menores de 18 años, uno de los incumplimientos más claramente visibles.

Y es que desconocemos el alcance del seguro de responsabilidad civil que tendrán los patinetes, pero sí está claro que vejeriegos, visitantes y, especialmente, los camareros de la Corredera van a tener que contratar uno extra que les cubra los daños que pudieran ocasionarles.

Surgen muchas voces que se cuestionan la idoneidad de poner en marcha la prueba piloto gratuita en plena temporada alta o si solo se trata de poner en circulación 40 obstáculos más en un pueblo cansado de calles y carreteras saturadas en verano.

Una medida que, a priori y correctamente gestionada pudiera ser de gran utilidad, se ha convertido desde el primer momento en una bomba de relojería que, sin duda, estallará a no mucho tardar si no se toman las medidas oportunas: férreo control del uso por parte de menores de edad, campaña de concienciación e información sobre su utilización correcta y responsable y difusión de las sanciones a las que se pueden enfrentar los usuarios que infrinjan las normas de circulación vial. Y es que lo gratis puede salir muy caro.

 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN