Parecía una pareja feliz, pero todo era fachada… al menos para él, un chico llamado Josh Maddock, que no dudó en ser infiel manteniendo relaciones con otras mujeres pese a estar a punto de ser padre con su pareja estable.
La joven Georgia Jackson pensó mil formas para vengarse de su marido después de comprobar que le había sido infiel incluso estando ella embarazada. Pero decidió no apostar por la violencia y atacó uno de los puntos más débiles de su ya expareja: la videoconsola.
Georgia puso en venta la Xbox One y unos auriculares de Josh. Y lo hizo por apenas cuatro euros, un regalo para el comprador y una puñalada moral para el infiel.
La pareja se había casado en 2015 y vivía en Northumberland (Inglaterra). Ya en 2016 ella descubrió una infidelidad de Josh, pero la relación se mantuvo. Ya no, la gota que colmó el vaso fue el descubrimiento de conversaciones y fotografías de alto contenido sexual con otra mujer poco después de que Georgia diera a luz. El asunto estaba claro: mientras ella estaba embarazada él era infiel.
