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Un vigilante «aburrido» dibuja ojos a las figuras de un cuadro valorado en un millón

Sabemos que la profesión de vigilante puede ser aburrida por el número de horas muertas que se pasan, sobre todo si se trabaja de noche en un lugar tan tranquilo como un museo. Pero ese aburrimiento debe sobrellevarse con profesionalidad y no haciendo cosas como las del protagonista de esta historia. Hablamos de un vigilante […]

Sabemos que la profesión de vigilante puede ser aburrida por el número de horas muertas que se pasan, sobre todo si se trabaja de noche en un lugar tan tranquilo como un museo.

Pero ese aburrimiento debe sobrellevarse con profesionalidad y no haciendo cosas como las del protagonista de esta historia.

Hablamos de un vigilante del Centro Yeltsin de Ekaterimburgo (Rusia) que se enfrentaba a su primer día de trabajo… y el último. El hombre, de unos 60 años, dañó gravemente un cuadro valorado en un millón de euros porque, según confesó luego, «estaba aburrido».

La obra abstracta ‘Tres figuras’, firmada por la pintora rusa Anna Leporskaya en los años treinta, representa a tres rostros alargados y sin facciones. Ni narices, ni orejas, ni bocas, ni ojos… bueno… ojos ahora sí porque ¡el vigilante se los pintó con un bolígrafo!

Satisfecho con su corrección, el vigilante se marchó a casa, pero al día siguiente dos visitantes del museo se dieron cuenta enseguida de que algo iba mal.

Más de 3.000 euros ha costado reparar los daños, pero más le costó al trabajador, que deberá afrontar otra multa por su «travesura».

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