El que avisa no es traidor y el pasado día 6 de mayo ya advertimos de que España haría un nuevo ridículo en Eurovisión. Manel Navarro acudía con una espantosa canción y empeoró su ya de por sí nefasta actuación con un gallo final que fue el remate del tomate y que causó un cachondeo generalizado en internet. Ya lo decían las casas de apuestas. España saldría muy mal parada.
Esto chocaba con el optimismo de varios expertos en el asunto como José García, director de Eurovision-Spain.com, web de referencia en España para “eurofans” que afirmó que “yo creo que mejorará las predicciones de las casas de apuestas, e, incluso, de las últimas propuestas españolas”.
Lo que está claro es que el año que viene, vaya quien vaya, tiene complicado quedar peor.
