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Los cambios ambientales pueden cambiar la jerarquía microbiana depredador-presa

Un estudio que concluye que dos bacterias cultivadas en un laboratorio invirtieron sus roles tras cultivar a una temperatura más baja una de ellas

  • Seres unicelulares. -

La revista 'PLOS Biology' recoge un nuevo estudio que concluye que dos especies de bacterias cultivadas en un laboratorio invirtieron su relación depredador-presa después de que una especie se cultivó a una temperatura más baja.

Investigaciones anteriores han demostrado que el contexto ecológico puede influir en las relaciones depredador-presa. Por ejemplo, la similitud o el contraste entre el color de fondo y la coloración de una especie de presa pueden influir en la facilidad con la que los depredadores la detectan.

Además, las relaciones depredador-presa a veces pueden cambiar, como es el caso de dos especies de crustáceos que se cazan mutuamente, donde un cambio en la salinidad circundante invierte qué especie domina. Sin embargo, existen pocos otros ejemplos conocidos de tales cambios en respuesta a cambios ecológicos no biológicos.

Basándose en ese conocimiento Marie Vasse del MIVEGEC en Francia y su equipo realizaron varios experimentos de laboratorio para probar cómo la temperatura podría influir en la relación depredador-presa entre las especies bacterianas Myxococcus xanthus y Pseudomonas fluorescens.

Así, descubrieron que, cuando P.fluorescens se cultivaba en un recipiente a 32 grados Celsius y luego se exponía a M.xanthus, M.xanthus actuaba como depredador y mataba extensamente a P.fluorescens.

Sin embargo, después de que P.fluorescens se cultivó a 22 grados Celsius, la relación depredador-presa cambió, y P.fluorescens mató y obtuvo nutrientes de M.xanthus para su crecimiento continuo.

Los investigadores llevaron a cabo más experimentos para comprender mejor el mecanismo por el cual el crecimiento a temperaturas más frías puede haber invertido los roles de depredador-presa. Se centraron en una sustancia no proteica liberada por P.fluorescens que es letal para M.xanthus, cuya producción parece estar influenciada por la temperatura.

Estos hallazgos sugieren que muchas formas de matanza de microbios no asociadas tradicionalmente con la depredación (el consumo de un organismo muerto por su asesino) pueden de hecho resultar en ella.

También señalan que, en este estudio, la temperatura a la que creció P.fluorescens antes de encontrarse con M.xanthus podría determinar cuál sería el depredador y cuál la presa cuando las dos especies se encontraran más tarde, destacando la importancia de considerar el contexto histórico al evaluar los depredadores actuales.

De esta forma, este estudio y la investigación de seguimiento podrían ayudar a comprender tanto la ecología natural como las aplicaciones prácticas, como optimizar el uso de algunos microbios para controlar otros.

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