Parece mentira que a estas alturas se sigan produciendo este tipo de comentarios, pero por suerte también seguimos contando con gente como Rocío Molina, una estudiante de Filología Hispánica que argumenta en defensa del habla andaluza con todo el peso que le permiten sus conocimientos lingüísticos.
En su caso, lo ha hecho a través de su cuenta en TikTok, donde publica vídeos hablando sobre libros y sobre su carrera, con la que se muestra apasionada. Y, aunque como explica ella misma, no pretendía responder a un comentario contra el andaluz, finalmente lo hizo tras sentirse “herida en mi orgullo, primero como filóloga” y también “como andaluza”. Lo hace después de que alguien le preguntase en un comentario si en su carrera no le corregían el acento andaluz.
De entrada, deja claro que este tipo de comentarios están “anticuados” y es preciso “aprender y dejar atrás los prejuicios”. Alude a Coseriu y su clasificación de las variaciones de cada lengua. Así, explica que el andaluz es una variación diatópica del español, aunque “esta pobre persona no sabe distinguirla de la diastrática”. Además, recuerda que en cada zona del país se da una variedad diatópica del español y que no existe una forma perfecta del mismo.
Y se despide con un bonito mensaje, animando a “dejarnos de tonterías que no vienen a cuento” y a hablar andaluz, gallego, catalán o “lo que queráis, pero hablad, que la lengua es de la gente” y no de quienes “están en la RAE”.
El vídeo, que subió a finales de agosto, acumula más de 240 mil reproducciones y más de 23.500
likes, su vídeo con mayor repercusión, aunque merece la pena oírla hablar con la pasión con la que lo hace de sus lecturas favoritas.