El Centro de Cría de Lince Ibérico La Olivilla, en Santa Elena (Jaén), ha comenzado la temporada de cría 2025 con el nacimiento de tres cachorros.
La temporada de cría del lince ibérico ha dado comienzo. Así lo ha anunciado el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien presentó en redes sociales el nacimiento de tres cachorros en la provincia de Jaén.
“Os presento a Guara, un hembra de lince ibérico que con 15 años ha dado a luz a tres cachorros en el Centro de Cría La Olivilla, en Jaén”, ha explicado en un mensaje en X.
“¡Comienza la temporada de cría con una estupenda noticia!”, celebra Moreno en un post acompañado de un vídeo con la madre y sus crías.
“#Andalucía sigue a la vanguardia de la protección de su medio natural”, añade en un mensaje que se ha hecho viral desde que lo publicase ayer por la tarde.
Os presento a Guara, un hembra de lince ibérico que con 15 años ha dado a luz a tres cachorros en el Centro de Cría La Olivilla, en Jaén.
— Juanma Moreno (@JuanMa_Moreno) March 5, 2025
¡Comienza la temporada de cría con una estupenda noticia!#Andalucía sigue a la vanguardia de la protección de su medio natural. pic.twitter.com/NtxsQjhPwO
Nacieron "tres cachorros aparentemente sanos", a los que la madre "está atendiendo con toda su experiencia en el mismo cubil en el que ella nació hace ahora 15 años". Los responsables del centro han expresado su sorpresa por "el tamaño de la camada, ya que hasta el momento ha sido más frecuente que hembras de su edad gestaran un único cachorro".
Este centro de cría inició su andadura en enero de 2007, cuando llegaron los primeros ejemplares de lince ibérico procedentes de los centros El Acebuche, Camarina y Cuco. El 22 de marzo de 2009 nació la primera camada. Desde entonces, ha logrado reintroducir en el medio natural a casi un centenar de ejemplares, de los que 90 han nacido en él, según los datos aportados el pasado octubre por la consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, durante una visita a las instalaciones.
Este centro que cuenta con 23 instalaciones de unos 1.250 metros cuadrados cada una, que mantienen la vegetación autóctona propia de la zona. Entre ellas, destacan los cercados para ejemplares reproductores y de entrenamiento de cachorros para ser liberados en el medio natural, así como otras que se utilizan para albergar temporalmente ejemplares de vida libre que lo precisen.
Se trata de un centro que mantiene la vegetación autóctona propia de la zona, junto a otros cinco edificios destinados a clínica-laboratorio, oficinas, crianza artificial de cachorros, cuarentenas y alojamiento de personal.
Además, en la ladera que hay frente a las instalaciones de reproductores, se ubican otros tres recintos más grandes, de cerca de 2.300 metros cuadrados de media, destinados a mantener ejemplares extraídos del medio natural, antes de ser trasladados o reintroducidos de nuevo.
