Cádiz

Los cielos de las ciudades ocultan el 90% de las estrellas

El 2009 se ha despedido como Año Internacional de la Astronomía con un eclipse parcial de luna, informó ayer el astrónomo cartagenero Juan Ortega Navas.

  • Imagen del eclipse parcial de Luna visto desde Cartagena. -
Los habitantes de las ciudades españolas no ven el noventa por ciento de las estrellas cuando miran al cielo, mientras que los vecinos de núcleos urbanos pequeños sólo perciben un veinte por ciento de los cuerpos celestes, que se dejan ver a la mitad en las zonas rurales.

Así se desgrana de los resultados del proyecto IACO, que se encarga de observar los cielos españoles para medir la contaminación lumínica y elaborar un mapa del país con la distribución de los llamados cielos oscuros.

En una escala del 0 al 6, que mide la visibilidad de las estrellas en los cielos nocturnos –dando el mayor valor a las áreas en las que se ve el cien por cien de los cuerpos celestes–, el proyecto sitúa a las ciudades con una magnitud del 2,5, la periferia un 3,8 y las zonas más alejadas se alzan con un 5,2.

Estos datos son el resultado de las 622 observaciones que han llevado a cabo durante este año los miles de participantes en esta iniciativa, que ha contado con la colaboración de unas cuarenta agrupaciones astronómicas de todo el país.

El proyecto IACO ha sido organizado por la Sociedad Malagueña de Astronomía, que empezó a contar estrellas en 2006, aunque fue en 2008 cuando se extendió al resto de provincias españolas y este año, cuando ha recibido el impulso final al obtener la categoría de proyecto emblemático de carácter nacional del Año Internacional de la Astronomía 2009.

Los objetivos son concienciar a la población de la importancia de preservar los cielos oscuros desde la tierra, mostrar las consecuencias negativas de un mal alumbrado de las calles y configurar un mapa de la contaminación lumínica en España.

ECLIPSE PARCIAL

El 2009 se ha despedido como Año Internacional de la Astronomía con un eclipse parcial de luna, informó ayer el astrónomo cartagenero Juan Ortega Navas.

Ortega Navas explicó que no es muy frecuente esta coincidencia con el último día del año y que no fue un eclipse “importante”.

Indicó que la Luna “solo se paseó por la penumbra que nuestro planeta deja en el espacio y solo rozó levemente la sombra”, lo que hizo que el fenómeno se notara a simple vista cuando en su máximo –a las 20.15 horas– se observaba una leve oscuridad en el borde de la Luna Llena.

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