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Sevilla

Jaime Palop: “Tenemos que ser respetuosos con el agua, nos atañe a todos”

El consejero delegado de Emasesa, en el Día Mundial del Agua, reclama un cambio en la forma de comportarnos y “mimar” un recurso natural escaso e indispensable

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El agua es un bien escaso que requiere una gestión racional y sostenible pero también un cambio en la forma de entender el recurso por parte de los ciudadanos, parte fundamental de la solución.

Estamos en sequía y reducir el consumo al mínimo es una de las fórmulas que nos permitirá afrontar la situación con garantías.

Emasesa celebra el Día Mundial del Agua con el lema “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. ¿De quién depende ese cambio?

–Depende de todos, estamos hablando de globalidad, cualquier cosa que hagas acaba afectando a las personas que viven en tu entorno, incluso en el mundo. Es un principio que nos debe hacer pensar, porque la suma de unidades, de personas, de individuos puede hacer que el problema remita. Un ejemplo. Hemos tenido una pandemia que ha afectado a la salud humana, venía de un contagio de animales hacia los humanos, de un animal estaba enfermo porque el medio ambiente estaba enfermo. ¿Quién es el que daña el medio ambiente? El hombre, es una cadena, un círculo, hay una única salud y el ser humano tiene que entender que el planeta es su casa, su medio, que tiene que cuidarlo, que tiene que cambiar la forma de comportarse ante él, que es escaso y que no tenemos suficiente para todos si no tenemos una gestión racional y sostenible. Eso es fundamental. Si somos capaces de cambiar de ética, la forma de ver el mundo, todavía tenemos una oportunidad de sentirnos en el planeta como en nuestra casa.

Esto supone un compromiso para todos

–Para todos y en clave personal. Ya no vale refugiarnos en lo que hace mi gobierno, mi ayuntamiento o la administración. Es un compromiso que se tiene que aprender, asimilar, interiorizar y que tiene que dar paso a una nueva forma de ver la vida y el comportamiento humano.

Nos centramos en Sevilla, ¿cuál es la situación que vive la provincia con la sequía?

–Mala, la situación no es buena, la gente puede darse cuenta de que llevamos cinco años sin que llueva lo que tendría que llover. Llovió en diciembre, es cierto, y algo en enero pero muy poquito, estamos esperando que se produzcan las lluvias de abril y mayo, que suelen ser tormentas, pero lo normal es que no den para mucho. Pero, ojo, en el año 18, una tormenta que duró cinco días llenó los embalses de Emasesa. Todavía tenemos esperanza, pero la situación es delicada. ¿Cuál es la ventaja? Todavía tenemos dos meses húmedos y la Aemet dice que van a ser especialmente húmedos. ¡Bendito sea! A ver si es verdad y se llenan los embalses. En cualquier caso, tranquilos porque nos queda un año y medio de agua en los embalses.

 

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Nos ponemos en el papel del ciudadano, ¿qué debe hacer para ahorrar y contribuir en ese consumo responsable?

–Darse cuenta de que estamos en una situación apurada y que los que nos dedicamos a la gestión del agua no hacemos más que mirar al cielo, nos queda agua para un año y medio pero tenemos junio, julio, agosto, septiembre, octubre… casi medio año y nos plantaríamos con un año de agua en los embalses. Tenemos que ser respetuosos con el agua, la empresa la primera, tiene que ser más ágil y eficiente; pero detrás, los ciudadanos, las familias y las industrias, es un tema que nos atañe a todos y estamos en una situación mala.

Emasesa pretende cuidar del agua en todas las vertientes. ¿Cómo lo hace?

–Esa pregunta es infinita. Pongo un ejemplo. Una forma de ver el agua es como un recurso natural escaso indispensable para la vida. ¿Qué es lo que hace Emasesa? Tratar de que el mayor coste que se pueda producir, por tratamiento o por captación, no repercuta en aquellas familias que puedan estar en pobreza hídrica, una tarifa social que está socorriendo a 9.000 familias en el área metropolitana. ¿Estamos en sequía? Sí, pero por el cambio climático estamos preocupados porque las precipitaciones de primavera sean intensas y sean fuertes. Estamos intentando poner en marcha todo un procedimiento para capturar el agua y antes de que pase a los colectores, tirarla al medio receptor y a los ríos. Es precisamente lo que ha estado explicando el alcalde de Sevilla, las barriadas del Plantinar, Tiro de Línea o Sevilla Este donde se producen inundaciones frecuentes van a tener un plan de apoyo especial diseñado por el Ayuntamiento, la empresa metropolitana y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Tendrán un plan de obras, es cierto que no van a ser inmediatas, pero ya están en marcha y tienen financiación, se pueden ver y tocar. Por cierto, me gustaría pedir perdón y comprensión a los vecinos que están aguantando los ruidos, vibraciones y los problemas que conlleva una obra. Deben poner en la balanza que hay familias que han tenido que sacar a sus mayores en brazos de casa, han perdido el coche o la moto en un garaje, o problemas muy serios con las inundaciones.

 

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¿Les están ayudando los contadores inteligentes o de tele-lectura?

–Estamos empezando. Tenemos ya 32.000 contadores inteligentes puestos y no sé cuántos millones de datos y para septiembre tendremos aplicaciones para mandarles información de cómo se realiza el gasto de agua en las familias y puedan hacer una autorregulación. No se puede regular algo que se desconoce. Y antes, los que tengan ya contador, van a poder acceder al gasto diario de agua de su casa, que es importante.

La Campaña Objetivo 90 pretende reducir los 116 litros al día a 90. ¿Cómo va el procedimiento?

–Muy bien, estamos muy satisfechos. Hay que decir que la población de Sevilla y del área metropolitana ha dado muestras de sabiduría y voluntad de colaborar. En los años 70 estábamos a 170-180 litros día y hemos bajado en todo ese tiempo a los 116.  Ahora viene el problema serio, porque de 116 a 90 es muy complicado. No es un capricho bajar a 90, no se pueden hacer más embalses ni más obras de regulación y, sin embargo, seguimos teniendo necesidad de más agua y de garantías para los hogares, para que la industria y la tecnología no se pare, para que el turismo no se perjudique… Ése es nuestro reto. ¿De dónde sacamos el agua? De la eficiencia, de la digitalización, del control. Precisamente esos contadores en fábricas, en empresas tecnológicas, en hogares, lo que va a permitir es escalar y bajar de los 116 del año 2020 a los 90. Estamos ya en 108, vamos por buen camino gracias a la corresponsabilidad de todos, en especial a la ciudadanía.

 

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¿Qué pasa en los próximos meses si la situación no cambia?

–Si no llueve lo vamos a lamentar mucho, pero tenemos que cuidar el agua todos, la empresa la primera, reducir las pérdidas y los consumos; las familias, después, tienen que ser ahorrativas y conscientes de las dificultades que estamos padeciendo, las empresas tendrán que hacer lo mismo, ahorrar… pero la buena noticia es que estamos gestionando con agua, no estamos todavía arrimados a la pared, tenemos margen de maniobra. Sacaremos agua de donde sea, pero, por favor, no dejen de mimar el agua, cuídenla. n

 

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