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Sevilla

Toros en Sevilla: El Juli corta dos orejas generosas al mejor astado de Cuvillo

El diestro madrileño Julián López ‘El Juli’ obtuvo el doble trofeo en una tarde de expectación desbordada en la que Morante y Roca Rey se fueron de vacío

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Toros en la Maestranza.

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El diestro madrileño Julián López ‘El Juli’ obtuvo el doble trofeo del mejor ejemplar del decepcionante envío de Núñez del Cuvillo en una tarde, con la expectación desbordada y el billetaje agotado en la taquilla, en la que Morante de la Puebla y Andrés Roca Rey se marcharon de vacío.


La expectación se había desbordado y el cartel de ‘no hay billetes’ no tardó en aparecer en las taquillas de la plaza de la Maestranza dando la medida del interés que había despertado un festejo que reunía a tres de los toreros más destacados de la temporada 2023 fuera y dentro de la plaza de la Maestranza.

Fue una corrida que, además, sirvió de accidentado estreno para la novedosa plataforma televisiva Mundotoro TV, sucesora de Movistar Plus en los derechos de retransmisión de los festejos sevillanos, que tuvo que resolver numerosas incidencias para atender a unos abonados que encontraron demasiadas dificultades técnicas para seguir la emisión.

Ese ambiente desorbitado quedaría prácticamente pulverizado por el mal juego global de una corrida de Núñez del Cuvillo, algo justa de presentación en algunos ejemplares, de la que se esperaba mucho por más que el completísimo quinto propiciara una vibrante actuación de Julián López ‘El Juli’ premiada con generosidad por un público entusiasta y un palco dispuesto a agradar.

Fue un animal de escasa caja que embistió con brío en el capote del madrileño, que remató el mazo de verónicas con una media arrastrando las bambas del engaño. El Juli mantuvo el mismo tono en la brega y los quites que se acabaron de disparar cuando Roca Rey, muy ceñido con el animal, lo pasó por chicuelinas y tafalleras que despertaron un clamor.

En esa estela, apercibido de las buenas cualidades del astado, El Juli no dudó en brindar al público antes de ponerse a torear con la rodilla flexionada, obligando al animal. La verdad es que el maestro madrileño supo cogerle la medida al toro, pero también al público que perdonó un inoportuno desarme que hizo correr al matador en busca de las tablas, con el astado pisándole los talones.

Paradójicamente fue el preludio de la fase más intensa de una labor que tuvo una virtud principal: ir a más. Julián López volvió a tomarle la mano izquierda surgiendo naturales largos y tersos que calentaron definitivamente los tendidos. Una trinchera fue el preludio de su toreo diestro, dictado con trazo rotundo en muletazos hondos, pero sobre todo muy bien ligados. La espada cayó muy trasera, también caída, pero el presidente no tardó en sacar los dos pañuelos sin pensarlo demasiado.

No hubo más en una corrida en la que todas las miradas estaban puestas en Morante de la Puebla, máximo intérprete de la temporada 2023 en el coso maestrante que salió ataviado con un terno arqueológico y una montera de moritas de aire decimonónico. No tuvo enemigos delante aunque al menos pudo dibujar algunas verónicas de excelente trazo al flojo primero que no tuvo apenas bríos en la muleta.

El cuarto tuvo que ser apuntillado en la tronera de un burladero después de que se rompiera una mano de salida. En su lugar salió un sobrero del mismo hierro al que machacaron en varas. Fue protestado por hacer algunos extraños y llegó a la muleta sin ofrecer una sola embestida. Morante salió con la espada de matar y no se pensó demasiado antes de estoquearlo al cuarteo en medio de una auténtica bronca.

Tampoco tuvo opciones que barajar el astro peruano Andrés Roca Rey. Se encontró con un espectacular ejemplar albahío que hizo tercero pero no tuvo alma ni fondo y pechó con un sexto claudicante con el que volvió a poner toda la carne en el asador sin encontrar ningún rendimiento. Eso sí: a ambos los despachó de dos estoconazos contundentes. Había venido a otra guerra que no encontró.

FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros de Núñez del Cuvillo, correctamente presentados aunque un punto vareados y faltos de remate. Primero y segundo, con buena condición resultaron inválidos. Al tercero le faltó alma y el cuarto, sobrero del mismo hierro, fue un auténtico mulo machacado en varas. Tampoco sirvió el derrengado sexto, pero el quinto fue un ejemplar completo por clase, prontitud, recorrido y humillación.

Morante de la Puebla, silencio y silencio.

Julián López "El Juli", silencio y dos orejas.

Andrés Roca Rey, de blanco y plata, silencio y silencio

Dentro de las cuadrillas destacó el picador Sergio Molina y los subalternos Viruta y Antonio Chacón.

El festejo se inició con la Marcha Real y se guardó un minuto de silencio en memoria del diestro Rafael Jiménez ‘Chicuelo’, recientemente fallecido.

La plaza se llenó por completo en tarde calurosa.

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