Asteroides, ciencia y amenaza

Publicado: 30/06/2023

Teresa Sánchez-Bermejo | EFE – Naciones Unidas aprobó celebrar el Día de los Asteroides en diciembre del 2016 y eligió la fecha en recuerdo del llamado «evento de Tunguska«, registrado el 30 de junio de 1908, cuando un asteroide de unos 40 metros de diámetro impactó violentamente en Siberia arrasando 2.000 kilómetros cuadrados de masa […]

Teresa Sánchez-Bermejo | EFE – Naciones Unidas aprobó celebrar el Día de los Asteroides en diciembre del 2016 y eligió la fecha en recuerdo del llamado «evento de Tunguska«, registrado el 30 de junio de 1908, cuando un asteroide de unos 40 metros de diámetro impactó violentamente en Siberia arrasando 2.000 kilómetros cuadrados de masa forestal.

Dicho asteroide entró en la atmósfera de la Tierra a una velocidad de unos 54.000 kilómetros por hora, produciendo una bola de fuego que, según la agencia espacial estadounidense, NASA, liberó una cantidad de energía equivalente a 185 bombas de Hiroshima.

Otro impacto importante y más reciente se registró el 15 de febrero de 2013, cuando un asteroide de 18 metros de diámetro y 13.000 toneladas de peso explotó en la atmósfera sobre la ciudad de Chelyabinsk, en Rusia, liberando cerca de medio megatón de energía (equivalente a 35 bombas de Hiroshima). La onda expansiva dañó miles de edificios e hirió a unas 1.500 personas.

Este suceso marcó un antes y un después en la percepción sobre el riesgo que suponen los asteroides y la necesidad de acciones preventivas. Ese mismo año, 2013, se creó, por recomendación de la ONU, la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN).

MÁS DE UN MILLÓN DE ASTEROIDES CONOCIDOS
Los asteroides son restos rocosos que quedaron de la formación inicial de nuestro Sistema Solar hace unos 4.600 millones de años y la mayor parte de ellos se encuentran en el cinturón de asteroides, una región entre las órbitas de Marte y Júpiter, aunque también hay algunos que han entrado en el interior del Sistema Solar y cruzan la órbita terrestre. Esos son los peligrosos y los que merecen mayor atención.

La NASA contabiliza más de 1,2 millones de asteroides conocidos, de los cuales, unos 30.000 se sitúan cerca de la Tierra, y en torno a 1.500 están clasificados como potencialmente peligrosos.

La mayoría de los asteroides tienen formas irregulares, aunque algunos son casi esféricos, y su tamaño es muy variado. Más de 150 asteroides tienen una pequeña luna compañera, o incluso dos. También hay asteroides binarios, en los que dos cuerpos rocosos de tamaño similar se orbitan entre sí; y sistemas de asteroides triples.

Telescopio Gaia, que ha permitido crear un mapa tridimensional de la Vía Láctea. ESA
El primer asteroide descubierto fue Ceres, en 1801, por el astrónomo Giuseppe Piazzi. Ceres estaba considerado el asteroide más grande con unos 1.000 km de diámetro, pero en 2006 fue reconocido como planeta enano, de modo que ahora los de mayor tamaño son Palas y Vesta, ambos con diámetros de algo más de 500 kilómetros.

Datos recientes del telescopio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), han permitido crear un mapa 3D de la Vía Láctea, revelando que hay muchos más asteroides de lo que se pensaba.

FUENTES DE INFORMACIÓN
Los asteroides, al estar compuestos por materiales sobrantes de la formación de los planetas, son muy valiosos desde el punto de vista científico, ya que podrían contener precursores moleculares de la vida y dar pistas sobre el nacimiento del Sistema Solar.

El Sistema Solar está repleto de asteroides y pequeños cuerpos rocosos. ESA
En los últimos años se han lanzado dos misiones para recoger muestras de asteroides y traerlas a la Tierra. En la primera, de la Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (JAXA), la sonda Hayabusa-2 viajó al asteroide Ryugu, del que regresó en 2020. La otra es la misión Osiris-Rex de la NASA, que tomó muestras del asteroide Bennu y ahora viaja de vuelta a la Tierra, adonde llegará el próximo 24 de septiembre.

La importancia de las muestras tomadas en Ryugu y Bennu es que se trata de material que no ha estado expuesto a ninguna contaminación terrestre, como sí puede ocurrir con los trozos de asteroides caídos en nuestro planeta. De momento, en las muestras procedentes de Ryugu ya se han encontrado vitamina B3 y uracilo, que es uno de los componentes básicos necesarios para formar el ARN.

DEFENSA PLANETARIA
Los científicos realizan desde hace tiempo un seguimiento de los asteroides “potencialmente peligrosos” con el fin de proteger a la Tierra de impactos similares al que hace 66 millones de años provocó la extinción de los dinosaurios. Pero, en caso de descubrir un asteroide que se dirige hacia nosotros, ¿cómo podemos desviarlo o destruirlo antes de que llegue?.

El cine ya nos planteó ese reto hace 25 años y nos metió el miedo en el cuerpo con películas como “Armageddon” o “Deep Impact”, en las que, de repente, aparecía una amenaza desde el espacio y unos cuantos héroes improvisaban soluciones para salvar el planeta.

En la realidad, sin embargo, actualmente existen programas de defensa planetaria capaces de identificar las potenciales amenazas, y que están ideando y ensayando planes para hacerles frente.

El asteroide Dimorphos de 160 metros de diámetro comparado con el Coliseo de Roma. Fotomontaje ESA
La NASA y la ESA, por ejemplo, colaboran en proyecto AIDA (Asteroid Impact and Deflection Assessment), dentro del cual, la NASA capitanea la misión DART (Prueba de Redireccionamiento de Asteroides Dobles), que cosechó un importante éxito en septiembre de 2022, cuando hizo que una sonda impactara contra la superficie del asteroide Dimorphos y desvió su trayectoria (redujo la órbita 32 minutos). Dimorphos es una roca de tan solo 160 metros de diámetro, que orbita otro asteroide mayor llamado Didymos, de 780 metros, formando un sistema binario que se sitúa a 11 millones de kilómetros de la Tierra.

DART, el primer simulacro de defensa planetaria para desviar asteroides, tiene su continuación con la misión Hera (nombre de la diosa griega del matrimonio) de la ESA, que estudiará en detalle los efectos del impacto contra Dimorphos. La nave europea está previsto que despegue en 2024 para llegar al sistema Didymos-Dimorphos en 2026.

La NASA también lanzó en 2021 la sonda espacial Lucy para una misión de 12 años con rumbo a los llamados asteroides troyanos, una región hasta ahora no explorada. En mayo de 2023 Lucy ajustó su trayectoria para encontrarse con el pequeño asteroide Dinkinesh.

Y hay también otros países con proyectos en marcha relacionados con los asteroides. China, por ejemplo, lanzará su propia misión en 2025 y su objetivo será el asteroide 2020 PN1, de tan solo 40 metros de diámetro, pero catalogado como potencialmente peligroso.

La Agencia Espacial de los Emiratos Unidos, por su parte, planea enviar una sonda en 2028 para explorar siete asteroides y aterrizar en el último de ellos, llamado Justitia, en 2034.

Además, el pasado abril la NASA presentó su plan de defensa planetaria para los próximos 10 años, que incluye la elaboración de un catálogo completo de todos los objetos cercanos a la Tierra (NEO por las siglas en inglés de Near Earth Objects) que entrañan peligro, y el desarrollo de tecnologías para prevenir un posible impacto.

Entre los asteroides catalogados de mayor riesgo, la NASA cita a Bennu, que podría impactar contra la Tierra en el año 2182, si bien la probabilidad es muy baja, del 0,037%.

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