Autofecundación en una hembra de cocodrilo, primer caso en el mundo en este grupo de reptiles

Alejandro Ramírez | El medio italiano Corriere Della Sera ha compartido este extraño suceso. En el Parque Reptilandia de Costa Rica en enero de 2018 se sorprendieron cuando una hembra de cocodrilo americano de 18 años -que no debe confundirse con el caimán- había puesto un huevo: extraño pero no inusual.

Sin embargo, quedaron asombrados cuando descubrieron que en su interior había un feto completamente desarrollado, pero que murió antes de poder romper el cascarón. La sorpresa se debió a que la hembra, que llegó a la casa de los reptiles con 2 años, siempre se había mantenido separada de los machos de su especie, por lo que no pudo haber sido fertilizada.

Partenogénesis

Se llamó entonces a expertos del Politécnico de Virginia para examinar el caso, y ahora han publicado los resultados en Biology Letters, una revista especializada de la Royal Society. El genoma del feto de cocodrilo era un 99,9% igual al de la madre, prácticamente un clon de ella. Por tanto, sólo podía haber una respuesta: la madre se fecundaba a sí misma o, en lenguaje biológico, se trataba de un caso de partenogénesis opcional en los vertebrados.

Es la primera vez en el mundo que se documenta en cocodrilos, anteriormente se ha reportado en serpientes (pitones, boas), lagartijas, algunas especies de aves (pavos, cóndores de California) y en la subclase de peces que también incluye tiburones, rayos y torpedos.

Las razones

Según los investigadores, casos similares pueden ser más frecuentes entre los cocodrilos, solo que hasta ahora siempre han pasado desapercibidos. Una hipótesis acreditada es que las especies capaces de partenogénesis recurren a esta posibilidad cuando se encuentran en peligro de extinción.

Pero la posibilidad de partenogénesis debe ser un rasgo que se desarrolló en un ancestro común muy antiguo en el linaje reptiliano, dado que el linaje cocodrilo se separó del linaje lagarto-serpiente hace entre 267 y 312 millones de años, pero que también se mantuvo en la línea evolutiva de los dinosaurios y luego transmitida a las aves.

Sexo determinado por la temperatura

Los cocodrilos carecen del gen del sexo del feto, que en cambio está determinado por la temperatura a la que maduran los huevos. Según informan los investigadores del Politécnico de Virginia, en el caso del cocodrilo americano, con temperaturas inferiores a los 30 grados y superiores a los 35 de los huevos solo nacen hembras, con temperaturas en torno al 31,5% la mayoría de los nacidos son machos.