Alejandro Ramírez | Cuando nuestro cuerpo está bajo estrés, ya sea físico o psicológico, experimentamos una intensa respuesta hormonal y neurológica, más comúnmente conocida como “reflejo de lucha” o huida. También se conoce como activación del
sistema nervioso simpático o eje HPA.
Nuestro cuerpo responde al estrés liberando una hormona esteroide llamada
cortisol, a veces llamada «la hormona del estrés». Pero, ¿qué es exactamente?
USA Today comparte que, según la Dra. Megan Gunnar, profesora de psicología del desarrollo en la Universidad de Minnesota y el Instituto de Desarrollo Infantil, el cortisol es conocido por su papel en la respuesta al estrés, y tiene muchas funciones.
“El cortisol hace tantas cosas”, comienza Gunnar. “Es una hormona esteroide, y las hormonas esteroides tienen una estructura particular que les permite ser lo que se llama solubles en lípidos. Esto significa que no necesitan ser transportadas activamente a las células”, añade.
“Una vez que están en nuestras células, viajan hasta el núcleo, donde se transportan activamente a los genes que responden a ellos, y casi todas las células responden. Así es como juegan un papel en la transcripción de genes. Es por eso que el cortisol hace muchas cosas diferentes, porque regula muchos genes diferentes”. En otras palabras, el cortisol afecta a casi todos los tejidos y órganos de nuestro cuerpo.
¿Qué le hace el cortisol al cuerpo?
“Producimos cortisol todos los días. Lo producimos según el ritmo diario, donde nuestros niveles empiezan a subir en las últimas horas de sueño. Ahí alcanzan sus niveles máximos, entre 30 y 40 minutos después de que nos despertemos. Luego, van decreciendo hasta que son casi nada. De hecho, tiene que ser casi nada, aproximadamente una hora después de que nos quedemos dormidos, para que podamos dormir bien por la noche”, explica Gunnar.
“El cortisol hace muchas cosas diferentes desde muy temprano, es como tu taza de café. Es el ‘¡levantémonos y pongámonos en marcha!’”, subraya la profesora americana.
Cuando experimentamos estrés, el cortisol viaja por todo el cuerpo para prepararlo ante ese factor estresante. La
Clínica Cleveland explica: “Durante la respuesta de lucha o huida, nuestro cuerpo está tratando de priorizar, por lo que todo lo que no sea necesario para sobrevivir inmediatamente se coloca en un segundo plano. Esto significa que la digestión, la producción de hormonas reproductivas y de crecimiento y la reparación de tejidos se detienen temporalmente. En cambio, estamos usando toda la energía en las prioridades y funciones más cruciales”.
¿Qué le hace el cortisol crónicamente elevado a nuestro cuerpo?
Gunnar dice: “Un efecto del estrés crónico es que aplana el ritmo natural del cortisol. Puede tener una especie de sistema hipofuncionante con un ritmo plano que puede ser demasiado alto por la noche. Esto puede interrumpir nuestro sueño y alterar los niveles por la mañana, alterando todo nuestro sistema”.
Y aunque el desarrollo de ciertas condiciones de salud mental está influenciado por una serie de factores, la desregulación del cortisol puede desempeñar un papel importante. “Es un factor de riesgo para todo tipo de condiciones de salud y salud mental, pero también depende de las características de cada individuo”, concluye Gunnar.