EFE | El mágico mundo de Harry Potter, creado por la escritora J.K. Rowling y convertido en un fenómeno mundial, es recreado en un restaurante tematizado de Fuengirola que hechiza a los fans más exigentes de esta archiconocida saga de libros y películas.
Para llegar hasta el interior del castillo de Hogwarts, la principal inspiración del local, los comensales no deben atravesar el andén 9 y ¾ ni coger su escoba para volar, sino reservar una mesa para degustar gyozas de hipogrifo, hamburguesa de dragón (con pan que simula escamas) o raíces fritas (tempura de verduras).
El restaurante «Los tres calderos» se divide en cuatro espacios claramente diferenciados según las casas de los alumnos de Hogwarts: Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw. Todas ellas poseen elementos que las caracterizan y que atraen a los seguidores más acérrimos.
A la hora de reservar, los comensales pueden elegir en qué casa sentarse. Gryffindor, con sus característicos tonos rojos y amarillos y su chimenea flanqueada por la lechuza Hedwig, mascota de Harry Potter, o Slytherin, donde se encuentra la tumba de «aquel que no debe ser nombrado» –Tom Riddle, alias Lord Voldemort-, atraen a más clientes que las otras dos.
Escobas voladoras, velas flotando, varitas, retratos, dementores, o figuras como las del Dobby, el elfo más querido, representan un deleite visual para los comensales, así como los recortes de periódicos en los que se anuncia la búsqueda de personajes como Bellatix Lestrange (la bruja antagonista de la saga) o Sirius Black (el padrino de Potter).
Adam Sánchez, el dueño del local, es un enamorado de las convenciones de cómics y del ‘cosplay’, como explica a EFE, por lo que unió su afición con su pasión: la cocina. Un local con temática mágica, en el que «tenga sentido cambiar el menú cada dos por tres», es lo que el joven empresario estaba buscando.
Sánchez -también cocinero- y sus empleados elaboran diversos platos y pócimas (cócteles) inspirados en criaturas o personajes de Harry Potter, como la hamburguesa Fred y George –con todos los ingredientes dobles en honor a estos gemelos-, o ensaladas en las que abunda un color según la casa (rojo, azul, verde o amarillo).
«La decoración es completamente artesanal y ningún producto es oficial, está hecha de fan para fan», destaca Sánchez, desde la piedra filosofal -una pastilla de jabón cubierta de esmalte de uñas- a la figura de ‘Nick casi decapitado’ -hecha con papel celofán- o la tumba de Lord Voldemort, elaborada con cajas de cartón.
Repartidos por el local hay otras criaturas como Crookshanks (el gato de Hermione Granger, la inseparable amiga de Harry) y el simpático Escarbato u objetos característicos de la saga, como el cáliz de fuego -donde se realizan sorteos como en las películas- y el sombrero seleccionador, que escoge de qué casa es cada alumno.
En Gryffindor está sentada Manuela Barranco, de 26 años, que encontró este establecimiento a través de la red social Tik Tok y cree que la decoración es «muy fiel» a la saga. Santi Moyano, de 18 años y sentado en Hufflepuff, descubrió las películas hace tan solo un año y hoy, convertido en un auténtico fan, ha «flipado» con la escenografía desde que ha entrado por la puerta.
«¿Esto está en Fuengirola y no lo conozco con lo que me gusta Harry Potter?», se preguntó Angy Rodríguez mientras buscaba sitios curiosos de Málaga, como explica a EFE. La joven, seguidora de la saga «desde pequeñita» y que se siente identificada con la casa Gryffindor, considera que el espacio tiene muchos detalles de los libros y es un local «muy original».
Este establecimiento, que puntualmente también realiza espectáculos tematizados y pretende ofrecer talleres de manualidades y juegos de trivial, introduce a los habitantes -y visitantes- de la Costa del Sol en el mágico mundo de fantasía de una saga que ha conquistado a millones de personas en todo el mundo.