EFE | La localidad aragonesa de Borja celebrará este fin de semana una gala para conmemorar el décimo aniversario del insólito éxito mundial de la fallida restauración de la pintura del Ecce Homo que se encuentra en el interior de la iglesia del Santuario de la Misericordia.
Según informa el Ayuntamiento de Borja, la obra recibe más de 10.000 visitantes al año procedentes de diversas partes del mundo, hasta sumar ya más de 200.000 a lo largo de una década en la que el nombre de la localidad ha tenido una insospechada trayectoria internacional.
Eduardo Arilla, alcalde de este municipio ha explicado que el Ecce Homo, que ‘restauró’ una anciana, Cecilia Giménez, que decidió actuar sobre la pintura original al ver el deterioro que sufría, ha posicionado a su población en el «mapa» del turismo internacional.
«Hemos recibido visitas de gente de 110 países y hemos conseguido poco a poco que los turistas lleguen a nuestra ciudad y vean el potencial de nuestro patrimonio», ha resaltado.
Para conmemorar el éxito de esta obra, el Consistorio llevará a cabo el próximo sábado una gala en el Teatro Cervantes de la localidad durante la que se entregarán premios a los medios de comunicación que dieron difusión a esta obra y diversas actuaciones para conmemorar a la autora de la fallida restauración.
Las conmemoraciones concluirán el domingo con la emisión, en la Iglesia donde se aloja la obra, del cortometraje documental «Mis Ecce Homos», dirigido por Marcos Rossano con la colaboración de Antonia Rodríguez.
Este corto fue galardonado con el premio al mejor argumento en el Lucania Film Festival (Italia), el premio del público en el X Festival International Online de Cine de Daroca y el premio a la mejor idea original en el Bra Doc Film Fest de Brasil, además de ser finalista en el III Festival de Cine de Madrid Integra 7 Arte.
El Ecce Homo de Borja es una restauración (o repinte) sobre una imagen anterior sin un valor artístico relevante, obra de Elías García, que se encontraba en el interior de la Iglesia del Santuario de Misericordia de Borja y que pasaba inadvertida para todos.
Tras la divulgación en los medios de comunicación de la fallida restauración de Cecilia Giménez, el Ecce Homo provocó una cascada imparable de reacciones en todo el planeta, generalmente desde una perspectiva humorística, y atrajo las miradas del mundo sobre el municipio de Borja.
Debido al mal estado de conservación que presentaba la obra original, muy deteriorada por el tiempo y el salitre, Cecilia Giménez, una parroquiana devota de la Virgen de la Misericordia, comenzó en 2012 un proceso de restauración que dio lugar a este fenómeno mediático a nivel mundial.
Casi de forma inmediata, el resultado de esta fallida o inacabada intervención se convirtió una de las imágenes más difundidas por todos los medios de comunicación en estos últimos años, dando la vuelta al mundo y atribuyendo a Borja y al Ecce Homo una fama y una popularidad inimaginables.
El cambio sufrido por el santuario es innegable ya que, según las fuentes citadas, «hubo un antes y un después» tras el repinte del Ecce Homo.
A partir de entonces, es constante el tráfico de visitantes, turistas y curiosos que acuden al Santuario de Misericordia para ver en persona y fotografiarse con tan singular versión.
