«En 1973 reapareció aquí en Ginebra, siendo vendido por 1,8 millones de francos (1,7 millones de euros) a un coleccionista privado, y ha permanecido en su familia durante más de 30 años», relató Fawcett a Efe.
Como en 1918, la venta de este diamante ayudará a financiar labores humanitarias de Cruz Roja, aunque en este caso será una parte no especificada de lo recaudado, no su totalidad como hace 104 años.
LA DEMANDA DE DIAMANTES REGRESA CON ÍMPETU
Con la subasta en Ginebra, Christie’s espera mantener la buena salud del mercado mundial de las joyas de más alta gama, recuperado tras una fuerte caída en 2020, al principio de la pandemia.
«Fue un año complicado para todos, y vivimos niveles mínimos en el mercado de la joyería, pero hemos experimentado una recuperación excepcional y ahora las cifras son las mejores de los últimos 10 años», analizó Fawcett.
Las joyas, no obstante, también se han visto afectadas por la guerra en Ucrania, dado que en condiciones normales un 40 % de los diamantes se extraen de minas de Rusia, país afectado por múltiples sanciones comerciales.
«Sin esa fuente disponible, ha habido un enorme aumento de los precios, ante la gran demanda de colecionistas y compradores privados», destacó el experto de Christie’s.
LUJO Y GRANDES FORTUNAS JUNTO AL PUENTE MONT BLANC
La subasta se celebrará en el Hotel Four Seasons des Bergues de Ginebra, un exclusivo establecimiento a orillas del lago Lemán, y aunque los ojos de muchos estarán en el precio que puedan alcanzar los dos grandes diamantes habrá otros 60 lotes por los que pujar.
Christie’s espera por ejemplo que también se alcance un alto precio por la tiara Fürstenberg, una joya engarzada de perlas y diamantes elaborada por el célebre diseñador austriaco Gustav Flach y que ha estado en manos de la misma familia durante más de un siglo.
En la jornada de presentación, los coleccionistas interesados pueden estudiar sus gemas y joyas más anheladas: aunque vigiladas por personal de seguridad, el personal de Christie’s no tiene problema en sacarlas de sus vitrinas y mostrarlas de cerca, sobre bandejas negras de terciopelo, a los potenciales compradores.