El trabajo, en el que también han participado investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) y de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha determinado que la plataforma de vídeos es la más usada por los adolescentes para aprender múltiples cosas, desde tocar la guitarra o resolver una derivada hasta derrotar a uno de los monstruos de Zelda.
Zack, por ejemplo, explica que busca en YouTube «el problema específico que tengo en el juego y hago clic en lo que aparece primero».
Además, el estudio destaca que hay adolescentes que usan vídeos como los tutoriales «para resolver dificultades con un programa de ordenador o cuando no saben utilizar un software».
«Estos ejemplos muestran las tendencias de aprendizaje entre las nuevas generaciones, en las que plataformas gratuitas, instructivas y rellenas de contenidos diversos, como YouTube, son fundamentales en sus procesos de aprendizaje», según los autores del estudio, que publica la revista ‘Convergence‘.
Otra área es el aprendizaje de videojuegos o el desarrollo de conocimientos tecnológicos imitando los pasos de un tutorial para pasar de nivel en un videojuego o buscar la solución de un problema informático.
Y la tercera área detectada es YouTube como forma de expresión cultural vinculada al ocio.
El estudio afirma que los usuarios acuden a esta plataforma para instruirse sobre manualidades, cocina o tocar instrumentos, entre otros muchos temas similares y que lo hacen por «la facilidad de los usuarios para imitar y aprender a través de la repetición».
«Existe una tendencia de aprendizaje entre las nuevas generaciones, donde plataformas gratuitas, instructivas y rellenas de contenidos diversos son fundamentales en los procesos de aprendizaje», destacan los autores del trabajo, que ha observado que los roles y estereotipos de género persisten en los hábitos de uso, consumo y producción de contenido mediático de los adolescentes.
El estudio ha confirmado la existencia de una esfera de uso masculino y otra de uso femenino, y en concreto en YouTube ha detectado que algunas áreas y entornos de aprendizaje son predominantemente masculinos y otros femeninos.
Los investigadores quieren ampliar ahora su estudio planteándose el condicionante del uso de YouTube según la clase social, lo que explicaría el aumento de usuarios que no pueden pagar clases privadas o formaciones no curriculares.