Scarpa explica que la solución que más se ha aceptado entre los hoteleros es la de unirse para contratar a cetreros con halcones para que ahuyenten a las gaviotas, ya que es el método más efectivo, pero además se estudiará colocar alambres eléctricos de baja intensidad, que no dañan a los animales, para evitar que se posen o aniden en los hoteles, que son en su mayoría edificios de gran valor histórico.
El director de AVA comenta que tras la pandemia sobre todo las gaviotas se han vuelto más agresivas al no encontrar basura y que atacan a los turistas mientras están comiendo y pueden incluso herirlos.
Por lo que cada vez más alarmados por el comportamiento de las gaviotas -conocidas como «magoghe» en dialecto veneciano- algunos hoteles han empezado a «armarse» para acabar con los ataques.
El histórico hotel Gritti-Palace de Venecia o el Monaco & Grand Canal colocan en las mesas para sus comensales pistolas de agua para alejar a los volátiles. Además del chorro de agua, son todas de color naranja, después de que un experto les informara que a las aves no les gusta el color. «Tan pronto como ven las pistolas, salen volando, Ni siquiera necesitas usarlas, solo necesitas tenerlas sobre la mesa», explico el director del Gritti, Paolo Lorenzoni a los diarios venecianos.
Desde el hotel explicaron a Efe que además se ha contratado los servicios de un cetrero para que un halcón entrenado especialmente para ello, como se suelen usar en los aeropuertos, pueda sobrevolar el área y alejar a las gaviotas para evitar que ocurran agresiones a los turistas.
Las pistolas no son la solución, según Claudio Vernier, del historico Bar Todaro. «Funcionaban, pero luego los niños jugaban con ellas entre las meses y esto no le gustaban a todo el mundo. Ahora uso una cometa a forma de halcón y funciona para las gaviotas, pero no para las palomas», explica en declaraciones a la «La Nueva Venecia».
Hasta hace unos años en Venecia no existía la recogida de residuos puerta a puerta como ocurre hoy en día y era un paraíso para las gaviotas que encontraban abundante alimento sin dificultad. Ahora, hambrientas, se lanzan contra los turistas.