Esta historia que ha sucedido en Burgos ha tenido final feliz para el propietario de un teléfono robado… y triste para el ladrón, como debe ser.
Resulta que un tipo robó un smartphone y empezó a manipularlo para quedárselo o venderlo, pero cometió un error imperdonable que frustró sus planes.
Al meterse en las aplicaciones del teléfono cometió el error de hacerse una autofoto y colocarla en la pestaña de estados de Whatsapp. Realmente no se sabe si fue un error involuntario o más bien un despiste creyendo que utilizaba su propio Whatsapp. El caso es que todos los contactos del propietario del teléfono le vieron la cara con claridad y eso ayudó a su rápida detención.
Entre que el ladrón era un hombre muy conocido por los agentes dados sus antecedentes y que se geolocalizó el terminal con facilidad el asunto fue resuelto con rapidez.
La policía se plantó en casa del ladrón, que devolvió el aparato reconociendo su metedura de pata y sin oponer resistencia a la detención.