El Ayuntamiento de Las Valeras (Cuenca) ha enterrado ya su “cápsula del tiempo”, que permanecerá enterrada hasta dentro de 25 años, en 2046, y en la que han participado más de un centenar de personas de la localidad, en su mayoría niños, que han aportado distintos testimonios sobre la situación actual de pandemia.
Según ha explicado a EFE el alcalde de la localidad, Daniel Pérez, han sido 74 niños, siete asociaciones de la localidad y entre 30 y 40 adultos los que han aportado documentos escritos, fotografías, grabaciones de audio o dibujos para trasladar a las futuras generaciones cómo se ha vivido la pandemia y para recordar a las víctimas de la covid-19.
Pérez ha indicado que pidieron redacciones para los niños de más edad, pero han querido abrir esta iniciativa a todos, por lo que los más pequeños pudieron contribuir con dibujos “y hay que decir que se han visto muchos arcoíris”.
El alcalde ha manifestado que se han aportado distintos objetos, como mascarillas o batas realizadas por las costureras, o las primeras mascarillas que pudo distribuir el Ayuntamiento entre sus vecinos, mientras otras personas han metido en la cápsula fotografías y recuerdos de los eventos «que han tenido que suspender» o sobre las comuniones que han celebrado «de una forma tan diferente».
Todo ello descansa hasta dentro de un cuarto de siglo, en la Fuente Vieja, bajo una placa de acero y 20 centímetros de hormigón, en una caja de acero sellada.
El regidor municipal reconoce sentirse “sorprendido” por la ilusión que ha generado esta iniciativa y está convencido de que la ilusión será mucho mayor cuando llegue el momento de abrirla.
En el acto de sellado de la cápsula, celebrado este fin de semana en Las Valeras, intervinieron diversos vecinos de la localidad, como una enfermera de la UCI de Cuenca, una maestra, la médica de familia del centro de salud, la hija de la primera víctima mortal de la covid-19 y alumnas del colegio y el instituto.