EP | Investigadores de la Universidad de Tsukuba (Japón) han encontrado células específicas en el cerebro del ratón que pueden desencadenar un estado similar a la hibernación cuando se activan. El estudio se ha publicado en la revista científica
Nature.
En las películas de ciencia ficción, los astronautas a menudo entran en un estado inactivo en «cámaras de hibernación» para cruzar la inmensidad del espacio. Esto podría reducir la cantidad necesaria de comida y oxígeno y evitar los graves efectos secundarios de la baja gravedad, como el desgaste muscular en condición de gravedad cero. Un estado de inconsciencia también podría potencialmente minimizar los desafíos psicológicos en el espacio.
Los animales suelen entrar en hibernación cuando el alimento escasea en el invierno. Su metabolismo se ralentiza, y su temperatura corporal baja a un nuevo punto de referencia. Esto es como bajar la temperatura en su termostato en el invierno: reduce la cantidad de energía necesaria para mantener el cuerpo. Junto con un metabolismo más lento y un nuevo punto de ajuste viene un ritmo cardíaco más lento, una respiración más débil y menos actividad cerebral. Es importante que cuando los animales salen de la hibernación, su cuerpo y órganos están saludables, incluso si han perdido un poco de peso.
Aunque los ratones no hibernan, estos investigadores muestran que la activación de un tipo específico de célula en el cerebro del ratón, llamadas neuronas Q, les hizo entrar en un estado similar a la hibernación durante varios días. «Los ratones exhibieron cualidades distintivas que cumplían con los criterios de hibernación. En particular, el punto de referencia de la temperatura corporal bajó de unos 36°C a unos 27°C, y el cuerpo funcionó normalmente para mantener una temperatura corporal más baja alrededor de los 22°C, incluso cuando la temperatura ambiente circundante se redujo drásticamente», explica el líder del trabajo, Takeshi Sakurai.
Los ratones también mostraron todos los signos de un metabolismo reducido que son comunes durante la hibernación, incluyendo la reducción del ritmo cardíaco, el consumo de oxígeno y la respiración. El hecho de poder enviar a los ratones a un estado similar al de la hibernación durante días simplemente por medio de neuronas Q artificialmente excitadas fue algo inesperado.
«Aún más sorprendente es que fuimos capaces de inducir un estado hipometabólico similar en ratas, una especie que ni hiberna ni tiene torpor diario. Aunque todavía no sabemos la respuesta, la posibilidad de que los humanos también tengan neuronas Q que puedan ser utilizadas para inducir un estado similar es tentadora», reflexiona otro de los autores, Tohru Takahashi.