El sistema es un sencillo dispositivo de goma, que
se fabricará íntegramente en España, diseñado y desarrollado durante el
confinamiento al ver que muchos padres no podían pasear a sus hijos por las calles de las ciudades, ha explicado Gil Blancafort, fundador de Wheelzzz.
El sistema es tan sencillo que funciona con una goma que se coloca en las ruedas del carrito, creando una pequeña imperfección que genera un ligero traqueteo cuando se mueven, sin dañar el carrito ni sus ruedas ni dificultar su conducción, y su finalidad es reproducir el mismo movimiento que cuando se pasea sobre los adoquines de una ciudad, y así poder asegurar el sueño de los más pequeños tanto fuera como dentro de casa.
«Durante los primeros meses de confinamiento nos dimos cuenta de que, al no poder salir a pasear a los bebés en sus carritos, a muchos padres les estaba resultando difícil dormirles. Por ello, decidimos que era el momento perfecto para desarrollar el producto en el que llevábamos tiempo trabajando. La idea era recrear el traqueteo del cochecito al pasar por los adoquines de la calle y así, poder calmarles sin necesidad de salir de casa», según Blancafort.
Los diseñadores de Wheelzzz han estado testando prototipos del producto, con numerosas familias de toda la península, Nueva York, Londres y París para crear modelos que imiten el pavimento de cada una de esas ciudades.
Según Blancafort, para el proceso de ensamblaje, empaquetado y ‘drop-off’ han llegado a un acuerdo con la organización Tac Osona, para que la desarrollen personas con discapacidad intelectual, y también se han comprometido a destinar un porcentaje de sus beneficios a la investigación pediátrica infantil.