El kit se vende de lunes a jueves
en la plataforma del ayuntamiento de Mondoñedoy el tiempo de envío oscila entre 24 y 48 horas.
Una de las claves fundamentales del pan de Mondoñedo, explica, es el agua. Por eso añade en el paquete una botella de Cabreiroá, porque es la más parecida a la de su municipio, debido a la cantidad de cal que lleva, indica.
La idea del completo paquete comenzó a gestarse hace tiempo. Waldo y su mujer tienen una caseta que llevan a ferias y fiestas para enseñar el oficio. Los colegios mostraron interés por su unidad didáctica y comenzaron a realizar talleres en los centros educativos. En ese momento, se dieron cuenta de que a los niños les encantaba amasar.
Recientemente, ya en confinamiento, hicieron una videollamada con sus sobrinos porque querían hacer pan en casa. Waldo les explicaba el proceso en directo a través de la pantalla al tiempo que comenzaba a pensar en que era el momento para lanzar el envoltorio.
Sin duda, «llega para quedarse» tras la cuarentena, esgrime este panadero que prepara ya nuevos productos para su venta online. Los primeros, serán otros paquetes con harinas diferentes con el fin de que la gente «reconozca los distintos sabores, aromas y texturas».
Está estudiando asimismo la posibilidad de vender fuera de la península, pues asegura que «hay mucha demanda» en Ceuta, Melilla y en las islas. También Suiza, por su cantidad de migrantes gallegos, cree que sería una buena opción.
Debido a su repentino éxito, se encuentran desbordados. Los nueve trabajadores de la panadería han tenido que trasladarse a una nave con la masa. La cortan, la pesan, la envasan. Y así, unas doscientas veces al día para elaborar los pedidos en tiempo y forma.
Además, también ofrece Waldo un trato directo a sus clientes por WhatsApp. Le envían fotos de su pan y él les dice qué tienen que mejorar. Para que la preparación sea más sencilla, se han animado también con un tutorial en vídeo. «Es fácil pero hay que ponerle mucho cariño», sostiene este experto.
«A veces aciertas y a veces fallas, pero en estos tiempos difíciles hay que tomar decisiones para buscar nuevas oportunidades de negocio con la misma mentalidad», abunda el mindoniense, que confía en la supervivencia de su compactado una vez termine la moda de hacer pan en el enclaustramiento.