EFE | El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) de Cataluña y un equipo de expertos internacionales han demostrado que reforestar con
Cocoon, dónuts biodegradables que han creado ellos mismos, puede ser hasta cuatro veces más rentable que hacerlo de forma habitual.
Esta es una de las conclusiones que han expuesto este lunes en el Instituto de Estudios Catalanes (IEC) de Barcelona los investigadores del trabajo, que forma parte del proyecto europeo
Life The Green Link, y que ha consistido en crear unos dónuts de cartón que se entierran bajo tierra llenos de agua, de forma que hidratan y protegen el árbol durante su primer año de vida.
Entre los resultados de la investigación, que ha sido consorciada por diez entidades públicas y privadas, cabe resaltar que este nuevo método permite lograr tasas de supervivencia de los árboles de hasta el 85 % en tierras degradadas.
Los investigadores, que plantaron entre 2016 y 2019 unos 30.000 árboles y arbustos utilizando
Cocoon en lugares de Cataluña, Comunidad Valenciana, Canarias, Almería, Italia o Grecia, han expuesto que gracias a este sistema han reducido el coste por árbol sobreviviente hasta un 80 % en comparación con la estrategia convencional de plantación de árboles en tierras degradadas.
El estudio también concluye que es posible avanzar la plantación a septiembre y también retrasarla a finales de la primavera o de principios de verano.
El investigador del CREAF Josep Maria Alcañiz ha destacado que los objetivos de la investigación científica eran, entre otros, verificar la validez de este método, ver si era viable económicamente o determinar la percepción de la población local.
El coordinador del proyecto e investigador del CREAF, Vicenç Carabassa, ha descrito que la zona de Tifaracás (Canarias) ha sido una de las regiones más secas (menos de 200 mm de lluvia por año de media) donde se ha plantado «Cocoon» y que gracias al nuevo sistema se ha logrado una supervivencia de entre un 20 % y un 80 % en función de la especie.
«Es un ambiente extremadamente árido con pendientes muy fuertes, suelos muy pedregosos y pobres y con un problema enorme de herbivorismo por parte de las cabras, que hacían este lugar el más difícil de repoblar», ha apuntado Carabassa.
Las plantaciones, que se han hecho en fases de recuperación como áreas quemadas, terrenos marginales o abandonados, ha permitido reforestar zonas quemadas en El Bruc (Cataluña) con una plantación de 4.000 arboles de especies forestales como la encina o el roble.
Carabassa ha celebrado que un 60 % de los árboles hayan sobrevivido gracias al método «Cocoon» y que hayan doblado la supervivencia con respecto los sistemas habituales.
El coordinador del proyecto ha destacado también que los resultados en la zona de Xixona (Comunidad Valenciana) han sido muy positivos gracias a la plantación de especies agrícolas ya que las plántulas plantadas con este método han sobrevivido un 85 % más que las reforestados de forma habitual hasta ahora.
Carabassa ha confesado que «esperaban mejores resultados» ya que «preveían una supervivencia general del 90 %» pero reconoce que «está satisfecho».