Un conjunto de 75 cartas de soldados soviéticos que combatieron durante la Segunda Guerra Mundial comenzaron a llegar a sus familiares casi 80 años después de enviadas, declaró la vicepresidenta del Consejo de Veteranos de la ciudad de Chebarkul (sur de Rusia), Svetlana Kolódkina.
Las misivas traspapeladas fueron halladas en la sede de un correo que iba a ser cerrado.
«Encontraron las cartas en el sótano, cuando en la sede del antiguo correo comenzaron a construir una tienda. En el paquete había 75 cartas enviadas en 1943″, relató la activista a Interfax.
Según Kolódkina, tomó una semana para limpiar los sobres y las hojas de suciedad y polvo con ayuda de cepillos.
Finalmente se pudieron restablecer todas las direcciones y datos de los destinatarios.
«Decidimos buscar a los familiares de los soldados. Creamos un grupo llamado ‘Carta del 43’ en (la red social rusa) Odnoklásniki, en la que hay más usuarios mayores y publicamos la lista de direcciones», comentó.
Además, la activista indicó que la lista fue publicada en el periódico local.
La primera respuesta llegó del poblado Bishkil, procedente de la bisnieta de uno de los remitentes.
En la actualidad ya se han hallado 10 familias que reconocieron a sus parientes en la lista.
«Hoy mismo en la mañana llamaron dos personas y dijeron que son sus bisabuelos, y quieren recoger la carta», indicó.
Por su parte el servicio de prensa de la dirección regional de Correos de Rusia comentó su sorpresa a la agencia rusa.
«Ahora es imposible determinar cómo esas cartas llegaron al lugar donde fueron halladas y por qué no llegaron a su destino. Está claro que en tiempos de guerra esto debió ser por alguna razón de mucho peso. Posiblemente algo le pasó al cartero», declaró la portavoz de la dirección, Svetlana Zamiátina.
Según la funcionaria, todas las cartas que no encuentren a sus destinatarios serán entregadas al museo regional de historia del correo.
En tanto, Kolódkina indicó que el Consejo de veteranos continuará sus pesquisas hasta el 22 de junio, y luego estas cartas serán entregadas al museo.
Texto: EFE