Charcos poco profundos pueden haber proporcionado el entorno adecuado para dar lugar a las primeras formas de vida de la Tierra, más que los océanos. Un estudio liderado por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) concluye que cuerpos de agua poco profundos, del orden de 10 centímetros de profundidad, podrían haber mantenido altas concentraciones de […]