Mucho le debía doler la espalda a un irlandés como para tomar medidas tan locas y experimentar con su propio semen. Desesperado por unas molestias crónicas, compró una aguja y comenzó a inyectarse su propio semen en el brazo. Ni sabemos ni queremos saber cómo se le ocurrió semejante barbaridad, pero el caso es que […]