Cuando se está algo bebido hay que tener cuidado con los smartphones y cualquier conexión a internet. Por un lado, pueden enviarse mensajes inadecuados que al día siguiente causen vergüenza. Por otro, las redes sociales son otro peligro en estos casos. Pero lo del hombre de esta historia es ya otro nivel. Un chino totalmente […]
«De repente recordé buscar la fecha de entrega de mi ropa y me di cuenta de que también había comprado un cerdo y un pavo real», continúa su relato. Y ahí parecía terminar la cosa, pero no, volvió a comentar confesando que también había comprado accidentalmente una salamandra gigante en otra plataforma de comercio electrónico.