Seguro que cuando organizas un viaje, al subir al avión siempre cruzas los dedos y piensas: «ojalá no me toque un niño pesado al lado». Pero a veces el destino viajero juega malas pasadas y no sólo te toca cerca un niño llorón, sino un pequeñajo que parece estar poseído (y no tener padres, porque […]