Asustados, unos vecinos de Steyr (Austria) llamaron a la policía y los bomberos para que se hicieran cargo de lo que parecía un cadáver flotando en el río que atraviesa la localidad. Los curiosos se fueron agolpando en la zona, pero la visibilidad no era buena y los equipos de rescate no tardaron en llegar […]
El objeto que había causado la alarme fue retirado de inmediato, pero los bomberos posaron con él porque la circunstancia había sido divertida y, además, no hubo que lamentar la aparición de un cadáver real. Eso sí, movilizar a todos los efectivos costó un dinero que deberá asumir la comunidad, ya que se desconoce quién arrojó la muñeca al río.