Un avión que cubría la ruta de Dubai a Ámsterdam tuvo que aterrizar por culpa de un pasajero que no paraba de tirarse pedos. Se trataba de un hombre mayor en un viaje de Transavia Airlines. Fue retirado a la fuerza del avión, que tuvo que hacer una parada imprevista en Viena.
Según las informaciones, dos hombres que estaban sentados al lado de la persona en cuestión pidieron al caballero que cesara de evacuar ventosidades debido a que llevaba todo el vuelo haciéndolo.
Si el hombre tenía un problema médico o sólo lo hacía para molestar a las personas a su alrededor no está claro, pero el olor era tan nauseabundo que provocó una pelea.
Tras varios avisos del personal de la aerolínea, incluso pese a la intervención del piloto, el avión se vio forzado a aterrizar para que la policía pudiera entrar a manejar la situación.
Policías austríacos entraron en el avión con perros para llevarse al hombre flatulento. Imágenes del incidente fueron compartidas en las redes sociales por Alfred Dekker.
Passagiers die er door de Polizei uit zijn gehaald. 4tal uitte bedreigingen naar medepassagiers en crew. #hv6902 2/2 pic.twitter.com/fqLBOqeZwN
— Alfred Dekker (@pr8sport) 12 de febrero de 2018
También tuvieron que llevarse a dos hermanas de la misma fila de asientos que no paraban de comportarse mal y usaban lenguaje ofensivo. Sin embargo, la pasajera Nora Lachhab afirmó al De Telegraaf que ellas no habían hecho nada malo: «Fue una locura que a ellas también las desalojaran. No teníamos ni idea de quiénes eran esos tíos, tuvimos la mala suerte de estar en la misma fila y no hicimos nada».
Un portavoz de Transavia afirmó en un comunicado: «Nuestra tripulación debe asegurar un vuelo seguro. Cuando los pasajeros provocan riesgos, ellos intervienen inmediatamente. Nuestro personal está entrenado para eso. Ellos conocen muy bien dónde están los límites. Transavia está por lo tanto detrás de la tripulación de cabina y de los pilotos».
