Doce camellos han sido descalificados de un concurso anual de belleza saudí al descubrir que sus dueños habían usado Botox. Las reglas del concurso son bastante estrictas y claras al respecto: los animales encontrados con «sustancias químicas en los labios, afeitados, teñidos parcial o totalmente o con modificaciones estéticas» no están permitidos, y la violación de las mismas implica la descalificación y la expulsión del concurso.
Este año, doce de los candidatos fueron expulsados del concurso y del Festival King Abdulazis Camel, un festival que dura 28 días y que es famoso por su concurso de belleza de camellos, cuyo premio es tan grande que la presión por ganar ventaja contra los oponentes se hace intensa. El total de los premios en metálico que los aspirantes se pueden llevar en esos 28 días asciende a la jugosa cantidad de 57 millones de dólares.
En la ansiada carrera por destacar, los dueños de estos animales usan el botox para modificar los labios, la nariz e incluso la mandíbula del animal para hacer que la cabeza parezca más hinchada, un rasgo muy codiciado y valorado por los jueves del evento.
El festival de camellos también premia la obediencia de estos animales o su capacidad para competir en una carrera, además del concurso de belleza. El recinto cuenta con puestos de comida, tiendas con souvenirs, un zoológico con los ejemplares más exóticos del mundo y una tienda de campaña para probar la leche de camello.
La finalidad de este festival, según Fahd al-Semmari, miembro de la junta del Club del Camello, es «que todas las personas vengan a disfrutar del entretenimiento, el conocimiento y la competencia»
