423 horas repartidas en 80 días tardó Jack Brait en completar un puzzle de 40.320 piezas. La tarea, ya de por sí complicada, tiene un añadido extra: Brait es autista.
El rompecabezas, considerado el más grande del mundo, representa escenas de diez películas animadas de Disney y era todo un reto para Brait.
Desde niño le habían gustado este tipo de juegos, le encantan, pero nunca se había atrevido con una obra tan gigantesca como esta.
Anteriormente había completado otro puzzle de 32.356 piezas, pero se ha superado a sí mismo en más de 8.000. «Mi película favorita es ‘El Libro de la Selva’ porque era mi libro preferido de niño», cuenta el chico al repasar las escenas del gigantesco rompecabezas.
Se distribuyó el trabajo por partes que luego fueron unidas y recuerda que la escena más fácil fue la de Bambi, que le costó 28 horas de trabajo repartidas en cuatro días. Al contrario, la más complicada fue Fantasía, para la que empleó 53 horas a lo largo de toda una semana.
El rompecabezas terminado ha sido pegado a un enorme respaldo de madera y ocupa casi todo el ancho de su habitación, pero para él es un orgullo y una tremenda satisfacción contemplar lo que ha sido capaz de hacer. Por supuesto, para sus familiares se trata de un gran ejemplo de superación que comparten con los demás.
Pero la casa de los Brait no es una mansión, así que para poder colocar esta obra se tuvo que donar el puzzle anterior, que ahora puede observarse en la antigua escuela de Jack, ¡otro motivo de orgullo!