El Papa Francisco quiso tener un detalle con veinte presos en la ciudad italiana de Bolonia, pero ocurrió lo inevitable y dos de ellos aprovecharon para escaparse. Fiel a sus principios de integración en la sociedad de los más desfavorecidos, el sumo pontífice tenía previsto pasar de viaje por la ciudad italiana y ordenó la organización […]
El suceso ocurrió durante el almuerzo organizado en la basílica de San Petronio, en el que participaban pobres y reclusos, cuando los dos hombres se alejaron y escaparon del lugar.