La polémica está servida en Italia, donde un pequeño de siete años ha fallecido a causa de una simple otitis porque sus padres decidieron no tratarla con antibióticos, sino con un tratamiento de homeopatía.
El niño podría haber superado su otitis con un simple antibiótico, pero no se hizo así y la infección le llegó al cerebro, provocando que fuera ingresado ya en coma y sin posibilidad ninguna de revertir la situación.
Sus padres confiaron en los consejos de un médico homeópata en lugar de confiar en la medicina tradicional, así que lo que pudo haberse terminado en un par de días terminó en tragedia.
En un intento desesperado por salvar la vida del niño, los médicos le intervinieron quirúrgicamente, pero ya era demasiado tarde. El ineficaz tratamiento había resultado mortal y ahora la justicia actuará tanto contra los padres como contra el homeópata, que les aconsejó no llevar al niño al hospital porque con sus consejos sería suficiente.