Este imbécil, porque otro adjetivo mejor no se nos ocurre*, intentó patear a un perrete que estaba tranquilamente en la orilla de la playa. Pero el individuo es tan torpe que cuando llega a la altura del perro se cae. Un ágil quiebro del animal, que parecía Messi regateando, tumba al agresor. Y de inmediato […]