Una mujer china de treinta años dio a luz un niño en un parto que parecía normal, pero dejó de serlo cuando seis días más tarde alumbró gemelas.
La protagonista de esta historia se apellida Chen y llevaba cuatro años de casada, pero su feliz matrimonio no se veía completado con la llegada de hijos por más que lo intentara. Ante este «problema», la pareja decidió recurrir a un tratamiento de fertilidad y ella quedó embarazada de trillizos.
Todo iba sobre ruedas hasta que sintió los dolores del parto y trajo al mundo a un bebé algo prematuro, pero cesaron sus contracciones y ahí quedó la cosa. Sin embargo, el embarazo continuaba para los otros dos fetos, que nacieron seis días más tarde sin complicación ninguna.
«Soñaba con tener un hijo y ahora tengo tres», se alegra la madre, que tiene tres retoños concebidos en el mismo día, pero con distintas edades.