Cuando vemos las peleas de ultras en cada evento importante relacionado con el fútbol pensamos en mil y una soluciones, pero jamás se nos habría ocurrido la idea de este diputado ruso.
Igo Lebedev ha propuesto legalizar estas batallas, pero con normas y en un recinto cerrado para controlarlas. Según él, «Rusia podría ser un país pionero al impulsar un nuevo deporte».
La idea propuesta por el político ha despertado comentarios de todo tipo, tanto a favor como en contra, siendo la mayoría en este segundo sentido.
Durante el último Mundial salieron a la luz vídeos de ultras rusos entrenando batallas campales en bosques antes de viajar a las sedes de los partidos. Y ese precisamente ha debido ser el germen de la idea propuesta por Lebedev.
«Sabiendo que nuestros seguidores son combatientes y no hooligans, podríamos transformar en un deporte estos enfrentamientos entre aficionados», asegura en un artículo de opinión que firma en la página web oficial de su partido, de extrema derecha.
En el texto, el político asegura que este nuevo «deporte» atraería a muchos espectadores, tantos como el propio fútbol.
