Hay gente que comete imprudencias para tomarse selfies (o autorretratos), pero lo de esta señora clama al cielo porque un cocodrilo la terminó mordiendo.
Junto a su marido, la mujer visitaba el Parque Nacional Kho Yai (Tailandia) cuando vio un enorme cocodrilo en el estanque. Y ahí llegó la imprudencia porque salieron del sendero marcado para acercarse un poco más al animal, según asegura la dirección del parque.
Por fortuna, el cocodrilo no tenía demasiada hambre y solo quiso asustar a la imprudente humana, que no le había perdido permiso para hacerle fotos.

Recuperándose poco a poco en el hospital, la víctima no tendrá problemas para recuperar su vida diaria, aunque seguro que no olvidará que las imprudencias se pagan y será mucho más precavida a partir de ahora.
La que cualquier día nos da otro susto es Angela Nikolau, que escala edificios y obras para tomarse fotografías que marean con solo mirarlas.