Vivimos
en un mundo consumista que constantemente nos incita a tener un móvil de última generación, una tablet, una televisión de tropecientas pulgadas, videojuegos y mil cosas más que se nos hacen pasar por imprescindibles. Sin embargo, todo esto no da tanta felicidad como las experiencias.
Nada mejor que viajar para ser feliz porque tendrás recuerdos que perdurarán toda tu vida.
En uno de los experimentos para un
estudio publicado por el
Journal of Positive Psychology, los investigadores encuestaron a los participantes antes y después de que compraran algo.
Antes de la adquisición, los preguntados respondieron que una experiencia vital les haría más feliz,
pero que tendría más sentido financiero comprar un objeto. Sin embargo, después de la compra, dijeron que la experiencia era también un mejor valor para el dinero.
El profesor asociado de Psicología de la Universidad del Estado de San Francisco
dijo al Huffington Post que «asociamos de forma natural el valor económico con los objetos. Compré este coche, vale 8.000 dólares.
Nos costó bastante estimar el valor económico que daríamos a nuestros recuerdos».
En otro experimento, a los participantes se les pidió que
priorizaran la felicidad o el valor en una adquisición, cuando priorizaron la felicidad escogieron una experiencia. Los investigadores afirman que «estos resultados sugieren que cuando la gente considera adquisiciones materiales o experiencias están equilibrando felicidad y preocupaciones monetarias»
Así,
no compres ese nuevo teléfono. Mejor ve a comer a un restaurante que recordarás para siempre o guarda dinero para unas vacaciones que nunca olvidarás.