Partamos de la base de que Josh Rossi es un fotógrafo. No uno cualquiera,
sino uno magnífico. Si no, la idea de lo de Wonder Woman hubiera sido
muchísimo más caro. Lo que queda claro es que Josh
es uno de los padres más guays del planeta. Conocido por crear imágenes dinámicas hiperrealísticas, Josh se concentra en cada pequeño detalle
para hacer que cada imagen tenga vida.
Así que cuando su hija de tres años Nellee le contó
que su sueño era ser Wonder Woman, Josh decidió echar el resto, gastándose 1.500 dólares (casi 1.400 euros) en hacer un disfraz de cuero y los accesorios para
el más alucinante disfraz de Halloween y una épica sesión de fotos
que harían realidad el sueño de Nellee.
Tras meses de preparación y planificación de la sesión, Josh trabajó en colaboración con un estudio en Salt Lake City (EEUU)
para crear un traje real de cuero de proporciones épicas. Como la película en solitario de Wonder Woman no tiene previsto su estreno hasta el próximo verano, Josh
sólo contaba con el tráiler como su inspiración.
Mientras Josh estaba ocupado creando el disfraz y los accesorios, Nellee y su madre
pasaron horas viendo el tráiler de la película, trabajando en clavar los gestos faciales de la superheroína, así como sus movimientos.
La sesión de fotos llevó
un día completo con la ayuda de un increíble equipo. Durante dos horas y media de disparos de cámara, la pequeña Nelle
sacó su superheroína interna y ayudó a su padre a recrear
escenas de la próxima película de Wonder Woman. Las fotos finales son el resultado de brillantes técnicas de composición con efectos de Photoshop. Por cierto, la cuenta de
instagram de Josh
es toda una delicia.
El resultado es alucinante:
Incluso hay un vídeo del ‘así se hizo’: