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El vídeo de una taxista expulsando del coche a un cliente que se masturbaba se hace viral

La conductora consigue actuar con sangre fría para echar del vehículo al individuo y, tras entrar en el hotel al que lo había llevado, denunciarlo

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  • Un momento del vídeo. -

La Guardia Urbana de Barcelona ha denunciado por acoso sexual callejero a un hombre que se masturbó en la parte trasera de un taxi mientras una conductora le transportaba hacia su hotel, después de que inicialmente la policía municipal le investigara por una infracción administrativa.

El vídeo del suceso se ha hecho viral. Difundido por @SocialDrive_es en X (el antiguo Twitter), la “red social de los conductores a tiempo real”. Suma más de 158 mil reproducciones.

En el mismo se puede ver a la conductora que, tras percatarse de lo que hacía el pasajero, no dudó en echarlo del vehículo al grito de “¡Bájate del coche, fill de puta!, ¡Ahora mismo, cabronazo!”. Además, tuvo la suficiente sangre fría, a pesar de la situación, para decirle “¿Sabes qué?, te tengo grabado, este coche tiene cámara”. Una vez que el individuo se apea del vehículo, la taxista concluye llamándolo “¡Fill de puta, marrano!”.

Según explicaron posteriormente a la agencia EFE fuentes municipales, tras notificar al hombre inicialmente que estaba siendo investigado por una infracción administrativa contra las libertades sexuales, la policía municipal ha revisado el caso y lo ha modificado para denunciarle como presunto autor de un delito de acoso sexual callejero.

La taxista denunció ante la Guardia Urbana al cliente. La mujer recriminó al pasajero su actitud, sin que este se inmutara en un primer momento, aunque finalmente optó por salir del vehículo y entrar en el hotel al que se dirigía, situado en la calle Sepúlveda, en el centro de Barcelona.

La policía municipal fue requerida por los Mossos después de recibir el aviso de la taxista y se desplazó al lugar de los hechos y, aunque el hombre ya se había ido, la mujer les indicó donde podían encontrarlo.

En ese contexto, la taxista denunció ante la Guardia Urbana de Barcelona al individuo por una infracción administrativa contra la libertad sexual, y aportó unas imágenes de una cámara que grabó los hechos como prueba de lo sucedido.

Los agentes se dirigieron hacia el establecimiento donde se encontraba el individuo y le notificaron que estaba investigado por una infracción administrativa contra las libertades sexuales.

La Guardia Urbana revisó después el caso y modificó el proceso administrativo para cambiarlo por una denuncia por acoso sexual callejero. 

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