El satélite lanzado tomará imágenes de los escombros del cuerpo del cohete mientras mantiene una distancia "de pocos metros"
El satélite Adras-J, cuyo objetivo es inspeccionar basura espacial que orbita la Tierra, ha entrado en la órbita planificada, según informó este lunes la compañía nipona Astroscale, creadora del vehículo junto a la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA).
El cohete que transportaba el satélite despegó desde la península de Mahia, en Nueva Zelanda, a las 23.52 hora japonesa del domingo y la nave pretende ser precursora de una misión para eliminar desechos espaciales.
La entrada en órbita del Adras-J llega dos días después de que JAXA lanzase con éxito su nuevo cohete espacial insignia, el H3, tras varios retrasos y un vuelo inaugural fallido, y confirmase la correcta separación de las cargas que portaba y la reentrada controlada del vehículo.
El objetivo del satélite Adras-J (siglas para 'Active Debris Removal by Astroscale-Japan' o Eliminación activa de desechos mediante Astroscale-Japón) es alcanzar una etapa superior del cohete H2A lanzado por JAXA en 2009, que orbita la Tierra a unos 600 kilómetros de altitud.
El H2A pesa unas tres toneladas y mide once metros de longitud y 4 de diámetro, pero su ubicación exacta se desconoce, pues no transmite datos GPS.
El satélite lanzado tomará imágenes de los escombros del cuerpo del cohete mientras mantiene una distancia "de pocos metros", explicó Astroscale en un comunicado en el que su consejero delegado, Hideki Kato, apuntó que la eliminación de basura en el espacio "es un gran paso" para la industria espacial global.
El director del proyecto del Adras-J, Shin Eijiro, dijo que el diseño y desarrollo del satélite son el resultado de años de trabajo del equipo, que ahora espera que la primera misión de acercarse e investigar escombros reales resulte exitosa.
A pesar de la puesta en órbita del vehículo, la compañía advirtió que mantendrá "la guardia alta", ya que son necesarios al menos dos meses para completar la operación.
El objetivo final de la nipona Astroscale es desarrollar una tecnología que permita eliminar tanto residuos espaciales como satélites y cohetes en desuso que flotan en el espacio exterior.
La compañía estadounidense con filial en Nueva Zelanda Rocket Lab fue la responsable de lanzar el cohete Electron, que portaba el Adras-J.
Rocket Lab tildó la misión de Astroscale y JAXA de "histórica" porque "allana el camino para formas nuevas e innovadoras de reducir los desechos orbitales y garantizar que el espacio siga siendo accesible de manera segura".