El duelo de este domingo entre el Atlético
Sanluqueño y el
Algeciras de la 25ª jornada en el grupo II de Primera Federación de fútbol, que acabó en empate a cero en el campo de
El Palmar, en Sanlúcar de Barrameda, estuvo marcado por los intensos chaparrones y por la
aparición sobre el césped de
un perro en pleno partido.
Corría el minuto 70 de partido cuando se produjo una acción de ataque del equipo local, con un pase desde la banda izquierda hasta el flanco derecho que un jugador algecirista interceptó. En ese momento accedió al césped el can, un ejemplar de bodeguero andaluz, aparentemente, que
intentaba hacerse con la pelota.
A pesar de la velocidad con la que discurrió el contragolpe visitante el perro logró
recortar los metros de desventaja que tenía respecto a la posición del balón, pero cuando se acercaba a su objetivo el juego se había detenido y un jugador sujetaba la pelota con las manos.
El defensa del Sanluqueño Fer Román logró atraerlo hasta su posición y pudo cogerlo para sacarlo del terreno de juego con una paciencia y buen trato hacia el animal encomiables.
Lo más curioso es que el árbitro del encuentro, el madrileño Fernando Bueno Prieto, no pareció percibir en un principio la presencia del animal, ya que dejó transcurrir la jugada, aplicando incluso la ley de la ventaja tras una falta sobre un jugador visitante. Finalmente sí detuvo el transcurso del juego cuando el perro alcanzó la posición del balón.
El animal fue retirado por la banda opuesta al lugar por el que había accedido al campo, por lo que a su propietario le tocó dar la vuelta para recogerlo y, además, el perro se quedó sin poder llegar a hacerse con el balón.
Entre los comentarios que ha suscitado la anécdota, hay de todo, desde quien alaba su capacidad de desmarque o su entrega al bajar a defender después del ataque hasta quien sospecha que pertenece al Mérida o a algún otro rival directo que quería impedir un tanto del Sanluqueño.