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Un paseo por los besos que fueron noticia

El 13 de abril se conmemora cada año el Día Internacional del Beso

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El beso más largo de la historia.

Estatua que reproduce el icónico beso de Times Square.

La escultura El Beso, de Rodin.

El mural de Berlín.

Este sábado, 13 de abril, se celebró el Día Internacional del beso. Este gesto afectivo que, sin ser exclusivo de la especie humana, sí nos define como seres sociales, se ha convertido, en ocasiones, a lo largo de la historia, en noticiable. Repasamos en varias instantáneas, los elementos que convirtieron a esta manifestación afectuosa, en un hecho de interés público.

El primer beso de la historia del cine. Este rodaje dirigido por William Heise, fue producido por Thomas A. Edison, rutilante inventor de la bombilla o el fonógrafo y también creador del kinetoscopio que inmortalizó en 1896 esta romántica escena protagonizada por los actores John C. Rice y May Irwin. La película titulada precisamente “El beso”, a pesar de durar no más de un minuto, ha pasado a la historia por ser la primera que muestra este fogoso instante.

El beso de Auguste Rodin que traspasó La puerta del infierno. La conocida escultura de Auguste Rodin, `El beso´, en un principio fue concebida dentro del grupo escultórico `La puerta del infierno´, en donde se representaba a los amantes Paolo y Francesca, asesinados por el marido de ésta última, cuando les sorprendió besándose. 

Personajes de `La Divina Comedia´ de Dante, su autor les hace vagar por los infiernos por su gran pecado cometido. Sin embargo Rodin se dio cuenta de que la alegría y la sensualidad que resultó, una vez transmutados en escultura, no casaba bien con el tema principal de la obra, por lo que decidió exhibirla de forma separada. Siendo muy bien acogida por el público, que la bautizó como `El beso´.

El Ministerio de Bellas Artes francés le encargó una versión ampliada, que el escultor tardó casi diez años en presentar, no lo hizo hasta 1898. Expuesta en la Exposición Universal de París en 1900, tuvo una crítica muy favorable. A pesar de no ser una de las obras favoritas del autor, ha pasado a la historia como una de sus más conocidas, quizá porque transmite toda la felicidad y todo el sentimiento de un lenguaje universal como es el beso.

El beso de Times Square que celebró el final de una guerra. La icónica imagen de un marinero besando a una enfermera en Times Square, tiene varios nombres (“Victoria de Japón en Times Square”, “Día de la Victoria” o, simplemente, “El beso”).

Corría mediados de agosto de 1945 cuando un marinero había planchado especialmente su uniforme, pues tenía una primera cita con “la mujer más hermosa que había visto en su vida” y se fue con ella al cine. Sin embargo no pudieron terminar de ver la película, pues las luces se encendieron anunciando que había terminado la Segunda Guerra Mundial.

La alegría se desbordó, la gente salió a las calles y el marinero se fue a un pub a beber unos tragos de alcohol, con su cita, para celebrar tan gran acontecimiento. Sería tal alegría la que sentía, tal liberación… la victoria de su país, el fin de la guerra en la que estaba combatiendo él mismo, la energía desbordante por las calles, el alcohol… que agarró por la cintura a una enfermera y la besó. No era su cita de ese día –con la que posteriormente se casó-. 

Ese instante fue recogido por el fotógrafo Alfred Eisenstadedt y posteriormente publicado en la revista Life, convirtiéndose en un icono universal de la alegría, la espontaneidad y las ganas de vivir.

El beso protocolar que ilustró el Muro de Berlín. Protagonizado en 1979 por Erich Honecker (líder de la Alemania Oriental) y Leónidas Breznev (líder de la Unión Soviética), el beso se produjo durante la visita de éste último, en el 39 Aniversario de la República Democrática Alemana. Este beso, símbolo de la considerada “solidaridad socialista”, acabó convirtiéndose en el grafiti icónico y crítico del muro de Berlín que el propio Honecker ideó construir en 1961. Esta imagen histórica tuvo posteriores versiones, una de las más recientes quedó impresa en la lona del festival Primavera Sound de 2022, protagonizada por Pep Guardiola y José Mourinho, como símbolo del hermanamiento Madrid/Barcelona.

El beso del primer matrimonio homosexual de la historia. En 1989 Dinamarca se convertía en el primer país del mundo  en reconocer oficialmente el matrimonio homosexual. Los cónyuges que hicieron historia, fueron Axel Lundahl-Madsen y Eigil Eskildsen, adoptando ambos, como apellido, el resultante de la unión de sus nombres, Axgil. Cuando se celebró este enlace, los felices Axgil ya llevaban cuarenta años siendo pareja y eran conocidos en su país por ser activistas por los derechos de la comunidad LGTBI. El artículo que les dedicó posteriormente la Enciclopedia Británica reconocía que “sus esfuerzos sociales y políticos finalmente valieron la pena cuando, en 1989, Dinamarca se convirtió en el primer país en legalizar las uniones civiles entre personas del mismo sexo”.

El beso más largo de la historia que dio lugar al Día Internacional del beso. 58 horas, 35 minutos y 58 segundos fue la marca registrada por la pareja que consiguió entrar en 2013 en el Libro Guinness de los récords, con el beso más duradero. Ekkachai y Laksana Tiranarat, una pareja de Bangkok, fueron los flamantes ganadores de un concurso organizado en Tailandia y que derivó en récord mundial. Esta particular hazaña, que nadie ha superado desde entonces, se dio un 13 de abril, constituyendo desde entonces un día D más en el calendario. El Día Internacional del beso que cada año se celebra.

Hasta aquí este recorrido por algunos de los besos que hicieron historia, cada uno por su particularidad o por convertirse en auténticos iconos. Es curioso que este gesto, que se expresa con una zona tan mínima de nuestro cuerpo, resulte tan poderoso y ejerza tal fascinación en los seres humanos. Pues, al fin y al cabo es considerado, ante todo, la máxima expresión de amor, por lo que no es extraño que se le haya dedicado al beso un día D.

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