Las imágenes del final de la
Media Maratón de Pekín del pasado domingo han desatado tanto choteo en redes sociales, además de, por supuesto, haberse hecho
viral, que ha llevado a la organización de la carrera a investigarlo.
Queda patente, viendo el desarrollo de los últimos metros de la prueba que la
victoria del chino
He Jie es, cuanto menos,
sospechosa. No por su actitud, sino por la del trío de corredores, dos kenianos y un etíope, que completaban el grupo de cabeza.
Entrando en la recta final se ve cómo los tres corredores africanos
gesticulan continuamente indicando al atleta chino que pase a la primera posición. Incluso se aprecia cómo van
reduciendo su ritmo para que el asiático mantuviese el primer puesto hasta entrar en meta.
Uno de los protagonistas, el corredor keniano Willy Mnangat, en declaraciones al ‘South China Morning Post’, admite que dejó que He Jie, medalla de oro en los Juegos Asiáticos, ganara la prueba “porque es mi amigo”. Señala que se conocen y que el chino acude a una prueba que se celebra en Kenia. Sin embargo, seis horas más tarde el atleta se desdijo
Mnangat también afirmó que nadie le pidió que dejara ganar a He y que no recibió recompensa financiera alguna por hacerlo.