La formación de cordilleras en plena explosión cámbrica hace 500 millones de años dio inicio a una serie de eventos desafortunados que llevaron a una extinción masiva.
Según nueva evidencia geológica, las interacciones entre placas tectónicas llevaron lentamente a que el magma ascendiera a la superficie de la Tierra, a que entraran a la atmósfera grandes cantidades de gases de efecto invernadero y a un rápido cambio climático. La extinción resultante diezmó grupos animales, como los arqueociatídos (esponjas marinas que forman arrecifes) y los hiolitos (animales con pequeñas conchas cónicas).
“Es inusual señalar una causa tectónica para un evento de extinción”, dijo en un comunicado John Goodge, profesor emérito de la Universidad de Minnesota Duluth, “pero la evidencia es convincente”.
Goodge y sus colegas se dieron cuenta del vínculo con la tectónica de placas después de comparar notas de campo de sitios en la Antártida y el sur de Australia. Observaron que los dos lugares, que alguna vez estuvieron cerca uno del otro alrededor del ecuador como parte del supercontinente Gondwana, tenían registros casi idénticos de formación de montañas justo antes de la extinción.
La NSF (National Science Foundation) de Estados Unidos apoyó las expediciones de campo y la investigación, que se llevaron a cabo a partir de la década de 1990.
Todo comenzó cuando Goodge y sus colegas científicos instalaron sus tiendas de campaña de color amarillo brillante y azul en un glaciar cubierto de nieve en la Antártida. Durante dos temporadas de campo, viajaron en helicóptero y moto de nieve a la cordillera Holyoake y examinaron fósiles de las estructuras de arrecifes de carbonato para determinar con precisión la extinción. Un equipo independiente encontró registros similares en Australia en 2011.
“Nunca se sabe cuándo algo que se hizo hace décadas se unirá de una manera nueva”, dijo Goodge.
La investigación se publicó recientemente en la revista Science Advances.