Miley Cyrus, Hailey Bieber o la influyente Chiara Ferragni son solo algunas de las prescriptoras que, desde hace varios años, optaron por estampar su cuerpo con delicados dibujos de línea fina. Una tendencia popularizada sobre todo entre la generación Z.
De símbolo tribal a adorno estético
Los tatuajes han sido parte de la humanidad desde tiempos inmemoriales, una forma de expresión que se remonta a miles de años atrás, con el registro más ubicado en el hombre de hielo apodado Ötzi, una momia natural de más de 5.000 años de antigüedad con su cuerpo repleto de líneas concéntricas.
A lo largo de la historia, diversas culturas han adoptado esta práctica por razones que van desde lo espiritual y ritual hasta lo puramente estético. En la Polinesia los tatuajes eran un rito de paso y símbolo de estatus, mientras que en Japón, el ‘irezumi’ -tatuaje tradicional japonés- era una forma de arte y un símbolo de pertenencia y valentía.
Durante siglos el tatuaje ha evolucionado en términos de técnica y estilo. En la década de 1970, ganó aceptación en la cultura occidental impulsado por el movimiento contracultural. Desde entonces, se ha diversificado en varios estilos, incluyendo el tradicional, el realismo, la acuarela, y más recientemente, los tatuajes de línea fina.
“La gente suele preferir empezar a tatuarse por los brazos, aunque si se decanta por palabras o tatuajes pequeños suelen optar por partes menos visibles, como el tronco”, explica el tatuador Jaime Hernández, conocido como ‘Libereko Tattoo’ sobre el momento actual en el mundo del tatuaje.
Los tatuajes de línea fina
Esta forma de arte corporal se caracteriza por el uso de líneas delgadas y delicadas para crear diseños detallados y sutiles. Un estilo es ideal para aquellos que buscan una estética minimalista, elegante y, sobre todo, discreta.
El auge de los tatuajes de línea fina ha sido notablemente visible entre celebridades de renombre mundial, quienes han adoptado este estilo por su sofisticación y discreción convirtiendo algunos de sus tatuajes en formas replicadas o símbolos distintivos.
La cantante y actriz Miley Cyrus es conocida por su amor por los tatuajes, muchos de los cuales son de línea fina, acumulando varios por todo su cuerpo en una técnica conocida como ‘parcheado’, por la que aparecen sobre la piel con distancia unos de otros y sin elementos que los unan, como suelen hacer las formas tradicionales.
La modelo Hailey Bieber tiene varios tatuajes de línea fina. Uno de los más notables es una "G" minúscula en su cuello, en honor a la hija de un amigo de la familia y en un estilo aún más discreto que el de Cyrus, con líneas muy sutiles adornando sus dedos.
Antes de hacerse un tatuaje
Es vital elegir un tatuador experimentado y con un buen historial, al que se puede acceder investigando sobre su portafolio y leer reseñas de otros clientes para así determinar si su estilo y habilidades se alinean con lo que el cliente busca.
También es esencial adaptar el diseño a la medida deseada, teniendo en cuenta factores como el paso del tiempo. “Siempre es mejor algo más grande, por la sencilla razón de que envejece mejor, la piel expande hasta ocho milímetros una línea de uno, y es algo que tenemos que tener en cuenta si buscamos diseños muy detallados”.
Durante los días previos a la realización del tatuaje, es esencial mantener la piel hidratada y evitar la exposición excesiva al sol, además de no exfoliarse la piel en el mismo día, para evitar así llegar la piel hipersensibilizada o irritada al estudio.
También es recomendable evitar el consumo de alcohol y medicamentos anticoagulantes al menos 24 horas antes del tatuaje, ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado durante el procedimiento.
Después de hacerse un tatuaje
El cuidado posterior de un tatuaje es crucial para asegurar una buena cicatrización y la conservación del diseño, para lo que es clave una buena rutina de limpieza e hidratación, lavándolo suavemente con agua tibia y jabón neutro dos veces al día y evitando frotar la zona y seca con una toalla limpia dando pequeños toques.
Tras la limpieza es vital la hidratación de la zona con una crema específica recomendada por el tatuador, con una aplicación y cantidad que varían dependiendo de la zona y el tamaño del propio tatuaje.
“Un tatuaje es tinta encapsulada en una herida, si le echas mucha crema lo que haces es que la herida se abra y la línea se desdibuje, algo que se nota en el envejecimiento del tatuaje con el paso del tiempo”, advierte Hernández sobre la importancia de usar la cantidad justa de crema sin llegar a sobrepasarse.
Proteger el tatuaje de la luz solar directa durante las primeras semanas es clave, puesto que la exposición al sol puede desvanecer los colores y dañar la piel en proceso de cicatrización, además de utilizar prendas holgadas que no tengan fricción con el área tatuada, lo que podría retrasar la cicatrización.