Como cada 11 de noviembre, el alcalde de
Benalmádena, Juan Antonio Lara, ha presidido el acto del
Día del Recuerdo en el Castillo del Bil-Bil, organizado por la Delegación de Residentes Extranjeros y The Royal British Legion-Spain South. Esta ceremonia anual conmemora el Día del Armisticio, que marcó el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918, honrando a los miembros de las fuerzas armadas y a los civiles que han sufrido en conflictos bélicos. En el evento, los presentes, acompañados por la música solemne de la Sur Pipes Bandel, guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas de las guerras.
El alcalde, acompañado por la concejala de Residentes Extranjeros, Presentación Aguilera, agradeció a los colectivos de residentes extranjeros por su dedicación en organizar este homenaje. Lara destacó la importancia de este día, que recuerda los
sacrificios hechos en la Gran Guerra y subrayó su
especial relevancia en el contexto actual, marcado por los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo. Según el alcalde, esta conmemoración no solo recuerda el pasado, sino que también refuerza el deseo de paz en un mundo donde la guerra sigue afectando a millones.
Durante su discurso, Lara expresó que este 11 de noviembre simboliza la
continuidad de las guerras en la historia y el desafío de lograr un futuro en paz. "Las guerras no solo pertenecen al pasado, sino también al presente y al futuro," afirmó, aludiendo a la universalidad de esta fecha que une a ciudadanos de diferentes nacionalidades en la reflexión sobre los conflictos armados y el compromiso con la paz y la reconciliación.
El acto culminó con una llamada a aprender de los errores del pasado, con la
esperanza de que el sacrificio de las víctimas no sea en vano. La ceremonia, aunque poco común en la costa andaluza, se ha convertido en un evento significativo en Benalmádena, donde ciudadanos de diversas nacionalidades se reúnen para recordar y elevar sus voces en favor de la paz.